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La llegada de la COVID-19 cambió el comportamiento del sector del comercio y de la industria, actores fundamentales para el desarrollo económico del Atlántico. Esto les sumó nuevos retos de cara al presente y al futuro.

'Estos son dos sectores muy importantes, no solamente por su participación en la creación de valor agregado en el departamento sino también por su participación en la generación de empleo', precisó Kelina Puche, directora de Fundesarrollo.

Puche lideró el primer conversatorio dentro del Ciclo de Coyuntura Económica que junto con la Cámara de Comercio de Barranquilla fomentan para analizar los comportamientos de los sectores económicos de la región y articular estrategias para su recuperación luego de la pandemia.

'Nos estamos moviendo en un escenario muy incierto. Hoy, los protocolos están a la orden del día, y marcarán la pauta de funcionamiento de las empresas de ahora en adelante. Es importante transformarnos y explorar nuevos canales de comercialización', sostuvo la directiva.

Alberto Vives, director de la seccional Atlántico-Magdalena de la Andi, y quien participó en la charla, dijo que se tiene que crear una estrategia que entienda que este mundo cambió y 'será diferente a lo que inició en 2020'. 'Esto implicará nuevos modelos de negocio, cambios en los patrones, hay que saber identificar nuevas oportunidades y aprovecharlas', agregó.

Vives dijo también que hay 'que pensar en unos nuevos modelos económicos porque después de la COVID-19 va a ser muy difícil que algunas empresas sobrevivan'.

Por su parte, Yilda Castro, directora de la fracción Atlántico de Fenalco, destacó la iniciativa de ayudar a sus afiliados en dos frentes: capacidad de resistencia y nuevas oportunidades.

'Tenemos que dar un paso a lo digital. El coronavirus ha permitido que mucha gente pierda el miedo a hacer las compras por internet. El día de mañana los empresarios van a tener un canal de apoyo en las plataformas digitales', apostilló Castro.

Cifras

En el Atlántico la producción de la industria cayó 4,2% durante el primer trimestre de 2020, liderado por la fabricación de productos metálicos con una pérdida de 22,6%, indicó Fundesarrollo.

Barranquilla fue la ciudad con mayor caída de la confianza del consumidor en todo el país con números negativos cercanos al 35,1%.