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En los momentos más adversos, siempre se encuentra una ocasión para surgir de nuevo. No en vano, John F. Kennedy, inmortalizaba la frase 'en una crisis se toma consciencia del peligro, pero reconoce la oportunidad'.

En tiempos de la COVID-19 y la cuarentena nacional, algunas mipymes y empresas consolidadas que ya habían colgado el cartel de ‘cerrado’, decidieron darle la vuelta a la situación, reinventándose, cambiando modelos de negocio o posicionando sus activos de otra forma con el fin de aportarle a la sociedad.

Pero cambiar las tuercas del engranaje de una empresa no suele ser tan sencillo como piensa. 'La reinvención es difícil. Ni siquiera para el más grande o el más atrevido es sencillo. Muchas firmas tienen problemas porque cuando creas a una empresa, esa es tu bebé y muchos sienten que si cambian modelos o dejan algo hacia un lado están matando al bebé', dice Pablo Navarro, consultor y mentor de Endeavor, una organización dedicada a apoyar emprendimientos.

La reinvención debería básicamente readaptar los procesos de la empresa. Esto puede hacerse 'buscando que los activos se conviertan en un flujo de caja diferente', plantea José Bedoya, director de desarrollo empresarial de la Fundación Santo Domingo.

EL HERALDO dialogó con empresarios locales que le han apostado a cambiar su modelo de negocio para adaptarse a las circunstancias que impone la pandemia.