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El debate sobre la necesidad de reactivar la economía y retomar la actividad empresarial toma cada vez más fuerza en la medida que se acerca el 13 de abril, fecha en que termina el aislamiento obligatorio frente a la COVID-19.

Si bien la decisión final de finalizar o extender la medida está en manos del Gobierno nacional, que monitorea el comportamiento de la curva epidemiológica en el país, son varios los sectores que ya se han pronunciado para presentar sus propuestas al respecto.

Mientras hay quienes consideran que se trata de una decisión radical que implica escoger entre la vida de los ciudadanos o la economía, otros plantean alternativas con las que no solo se proteja la vida sino también el empleo.

El presidente Iván Duque abrió la posibilidad de implementar un 'aislamiento inteligente' que, según analistas, implicaría que los segmentos que tienen mayor riesgo frente al contagio como personas de la tercera edad, estudiantes y quienes tienen enfermedades crónicas permanezcan aislados, mientras que una parte de la fuerza laboral retoma sus actividades con la debida protección.

El empresario barranquillero Christian Daes, director operativo de Tecnoglass, se mostró a favor del aislamiento inteligente pues señala que permitirá poner en marcha al sector productivo brindando a los trabajadores las medidas de prevención y protección que sean necesarias.

'Las empresas que tienen compromisos de exportación en países como Estados Unidos, que no han parado a pesar de la crisis, donde las construcciones siguen y se consideran esenciales, pueden perder clientes y si esto pasa también se van a perder los empleos. Hay cosas que se pueden abrir, pero lentamente y no de manera descontrolada', indica.

En el caso particular de Tecnoglass, la compañía avanza en la instalación de tres cámaras térmicas que pueden detectar de manera automática la temperatura de los trabajadores al momento de ingresar a la empresa, de esta manera se podrá detectar si tienen fiebre y tampoco se dejará trabajar a quienes tengan gripa.

Adicionalmente se ubican estaciones de antibacterial en varios puntos de la compañía y se dotarán de mascarillas y guantes para desempeñar sus funciones, entre otras medidas.

'Es importante que el aparato comience a moverse porque si se para totalmente la economía de un país y solo se permite el ingreso de productos importados, en uno o dos meses no habrá industria ni quien pueda seguir pagando empleos', señala.

Daes dice que el tema central que se debe considerar es si las empresas van a poder seguir pagando los salarios a sus empleados sin seguir trabajando y cuántas van a subsistir después de la crisis.

Para el empresario esta reactivación debe ir de la mano de una vigilancia estricta del Gobierno nacional para que a través de los ministerios de Salud y Trabajo se compruebe el cumplimiento de las medidas y protocolos de seguridad.

'El sector productivo debe seguir, pero de una manera organizada y segura dándole a los trabajadores las garantías que necesitan, la vida y el trabajo van de la mano es un equilibrio', agrega.

Indica que las cifras que se han presentado muestran que las medidas que adoptó el Gobierno se tomaron a tiempo, por lo que se ha aplanado la curva de contagios.

Por su parte, el gerente de Alfresco, Joseph Daccarett, indicó que ante la disyuntiva que se plantea se debe llegar a un punto de equilibrio. 'Si se apaga la economía, ¿entonces con qué come la gente?', plantea.

De acuerdo con Daccarett, una vez pasada la cuarentena se pueden ir retomando las actividades económicas en los municipios donde no hay casos.

'Colombia es un país de pymes donde más del 80% de las empresas está en este segmento y estas normalmente no cuentan con la misma caja que pueden tener empresas grandes', agrega.

También se mostró de acuerdo con la puesta en marcha de un aislamiento inteligente, en el que las personas que puedan hacer teletrabajo lo sigan haciendo y quienes salgan a trabajar lo hagan bajo medidas de seguridad que garanticen su salud.