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Piojó tiene el punto más alto del Atlántico: 530 metros sobre el nivel del mar con el Cerro de la Vieja, la reserva productora y protectora El Palomar con 772, 3 hectáreas, más de 600 hectáreas de playa en Punta Astilleros y áreas donde hay evidencias de ocupación prehispánica. Estas características de su área territorial (258 km2) la convierte en un potencial destino turístico del Caribe colombiano.

Estas bondades de la naturaleza están siendo valoradas por turistas locales e internacionales que han recorrido sus paisajes, identificando grupos de especies de los ecosistemas como bosques seco tropical y palmares nativo, han disfrutado el nacimiento de cuerpos de agua naturales como los Charcones.

'Las caminatas están siendo muy promovidas y con personas que vienen de otras regiones del país y hasta de Estados Unidos. Ellos han visitado reservas de árboles a medio kilómetro del casco urbano de Piojó, llamada ‘Carbaduría’ que tiene árboles de mamey y una piscina natural', cuenta Dayron Villanueva, residente en Piojó.

Los nativos están siendo formados para conformar grupos de protección y guía, destaca la docente en Administración Turística de la Universidad Autónoma del Caribe, e investigadora Beatriz Díaz Solano. 'Piojó debe ser el primer municipio con un producto turístico conformado y con visión internacional. Y se debe tener en cuenta el desarrollo en el cual se puede caer sino se planifica'.

Wilmer Jiménez Torregrosa, alcalde de Piojó, dice que en su plan de desarrollo está el interés de avanzar hacia un plan turístico. Es por ello, que el plan de ordenamiento territorial (POT) que está en construcción y estudio con la asesoría con el Departamento Nacional de Planeación, se sentarán las bases para reafirmar la vocación turística por encima de la agropecuaria que antes predominaba.