El fenómeno de El Niño golpeará la economía colombiana en este año. Las sequías que se esperan tendrían efectos en el incremento de la inflación, disminución en el nivel de consumo y, por consiguiente, un impacto en el PIB. Todo un desafío que tendrá que afrontar el actual gobierno. El fenómeno de El Niño del 2015 generó un fuerte incremento del precio de los alimentos, una inflación anual del 6,77%, la más alta de los últimos 10 años, y un crecimiento del PIB del 3%.
María Esperanza Cuenca, profesora de Economía de Uninorte, recuerda que en 2015 la producción agrícola cayó y fue necesario importar energía eléctrica y se presentó una gran cantidad de incendios forestales. En ese entonces, las pérdidas por El Niño en el sector agropecuario fueron del 0,17%; mientras que la tarifa de energía aumentó un 4,5% y hubo pérdidas equivalentes a $467 miles de millones por las pérdidas forestales.
El Departamento Nacional de Planeación (DNP) indicó que el fenómeno de El Niño hizo que el desempeño económico de Colombia en 2015 fuera menor y el PIB disminuyera, en relación a lo mostrado en el 2014.
La probabilidad de que se presente el fenómeno de El Niño en los próximos meses ha incrementado y ahora está entre 75% y 80%, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). La Oficina de Predicción del Clima y de Adaptación al Cambio Climático de la OMM plantea que el fenómeno climático que se espera tendrá efectos negativos en la agricultura, alimentación, la gestión de los recursos hídricos y la salud pública.
La profesora Cuenca señala que los efectos del fenómeno de El Niño dependerán de la planeación territorial, tanto en lo agropecuario como en la oferta energética. 'Es notorio cuán atrasado está el plan de diversificación energética: el país sigue dependiendo de las hidroeléctricas como su principal proveedor de energía y el sector agropecuario sigue careciendo de políticas que permitan generar las condiciones de estabilidad productiva deseables en estos casos'.
Aunque se espera que sus efectos sean más leves a los presentados en 2015, aún existen alarmas sobre los problemas que pueda generar en la economía colombiana. La pérdida del control de la inflación, que cerró en 2018 en 3,18%, y el crecimiento del sector de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, que en el tercer trimestre de 2018 solo tuvo un crecimiento anual del 0,1%.
'Paliar los posibles efectos del niño, dado que la coyuntura económica actual está en peores condiciones que la de 2015, debería ser un objetivo de mediano y corto plazo para las entidades territoriales. Pero la experiencia muestra que llegará El Niño, y las pérdidas las pagaremos lo mismos de siempre, pues, aunque predecibles, las entidades responsables no se han preparado lo suficiente', señala la profesora.