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La cadena Sears, ícono de las ventas minoristas en Estados Unidos, se declaró en quiebra este lunes, víctima del comercio en línea y de sus propios errores.

La compañía, que en los últimos años cerró cientos de tiendas en medio de una reorganización comercial, tenía una gran deuda y el lunes no pudo reembolsar 134 millones de dólares que debía, explicó la firma en un comunicado.

La pionera en el concepto de vender todo a todo el mundo y de la venta por correspondencia nació en 1886. Su abultado catálogo presentaba desde ropa y calzados hasta incluso casas prefabricadas.

La primera cadena de tiendas posguerra ingresó en 1924 en el índice Dow Jones de Wall Street. Pero en los años 80 cedió el terreno de la innovación a Walmart y Home Depot, y nunca más consiguió adaptarse a la competencia del comercio en línea, especialmente con el éxito de Amazon. 

Sears, cuya caída coincide con la estrepitosa disminución de público a los centros comerciales estadounidenses, tampoco supo seducir a la generación milenial (de 17 a 35 años) que realiza sus compras desde sus smartphones.

'Hay una gran cantidad de factores que contribuyeron a la caída de Sears pero lo más importante es su fracaso en comprender la distribución y hacer evolucionar a Sears para adaptarlo al cambio', estimó Neil Saunders, analista de GlobalData Retail.