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Una de las noticias que ha dado de qué hablar en los últimos días fue la rebaja de la calificación soberana de Colombia por parte de la calificadora de riesgo Standard & Poor´s (S&P) pasándola de BBB a BBB-, lo que ubica al país en el límite para mantener el grado de inversión. Esta decisión fue recibida por el Gobierno nacional como un mensaje de alerta sobre la importancia de mantener la reducción del déficit fiscal.

Standard & Poor´s, Fitch Ratings y Moody’s, conocidas a nivel internacional como 'Big three' o las ’Tres grandes’, son las calificadoras que analizan los avances e indicadores económicos del país para dar una calificación sobre el grado de riesgo de invertir en él.

Analistas económicos señalan que esta decisión no sorprendió pues se esperaba debido a la desaceleración que ha vivido Colombia.

Si bien la calificación soberana de Colombia, también cobija a los entes territoriales como ciudades y departamentos desde el punto de vista internacional, no deja de llamar la atención que Barranquilla y el Atlántico ostentan calificaciones que están en los niveles más elevados que indican un menor riesgo. Estas calificaciones tienen una aplicación nacional.

Los resultados del Distrito y el Departamento, están relacionados con su desempeño fiscal.

El profesor de Economía de Uninorte, Jorge Quintero, explica que la tarea de las firmas calificadoras, es medir el riesgo que tendría un inversionista cuando decide invertir en la deuda pública. 'Lo que hacen es un análisis de la probabilidad que tienen de honrar sus compromisos o cumplir con la deuda, en la medida que tienen una buena calificación se espera que ofrezcan mayor tranquilidad a los inversionistas para comprar la deuda'.

Quintero aclara que estas sociedades también califican empresas.

Cómo se califica

La Superintendencia Financiera de Colombia señala que la calificación de valores o de riesgo es una opinión profesional que produce una sociedad calificadora de riesgos, sobre la capacidad de un emisor para pagar el capital y los intereses de sus obligaciones en forma oportuna.

Para llegar a una opinión, las calificadoras realizan estudios, análisis y evaluaciones de los emisores y usan metodologías que garanticen la obtención de calificaciones objetivas e independientes basadas en el análisis idóneo y técnico de la información relevante.

La calificación es el resultado de la necesidad de dotar a los inversionistas de nuevas herramientas para la toma de decisiones.

El profesor de Economía de Uninorte, Andrés Cendales, señala que las calificadoras miden la capacidad de endeudamiento y que en Colombia se presentó una desaceleración económica en 2017 y menores ingresos, lo que llevó a la baja calificación crediticia.

Grado de inversión

Los analistas explican que a pesar de la rebaja de S&P, Colombia mantiene su grado de inversión y que no está en riesgo porque sigue dentro de los niveles superiores de las otras dos grandes que son Moody´s y Fitch Ratings.

Recientemente Fitch reafirmó la calificación de Colombia como BBB con perspectiva estable y Moody´s mantiene al país también en BBB con perspectiva estable.

Se consideran grado de inversión a las calificaciones que van de BBB- (mínima) hasta AAA (máxima), por lo que S&P tendría que hacer una nueva rebaja para pasar a grado especulativo, lo cual es poco probable que suceda en un corto plazo.

El grado de inversión refleja una alta probabilidad de pago oportuno, tanto del capital como de los intereses.

El análisis de S&P de la calidad crediticia de un soberano se basa en la evaluación y asignación de puntuaciones de cinco factores clave que son evaluación institucional; económica; externa; promedio de flexibilidad fiscal y desempeño; de la deuda, y evaluación monetaria.

Efecto de medida de S&P

Jorge Quintero asegura que se espera que la decisión de S&P no tenga efectos en el corto plazo ya que es solo una de las tres calificadoras que hace la rebaja y que si bien hay un cambio en la nota, el país sigue aprobando.

'Es un llamado de atención, pues de no haber un manejo adecuado de las finanzas si el gasto aumenta de manera sustancial y los ingresos no crecen al ritmo que se espera, eventualmente las finanzas públicas se van a complicar lo que hace menos atractiva la deuda pública', señala.

No obstante se espera un impacto en el aumento del servicio de la deuda y que si el Gobierno colombiano busca capitales extranjeros debe ofrecer un tasa alta de interés para atraer a los inversionistas.

También se prevé impacto en las calificaciones de riesgo de las empresas más importantes del país, lo que a su vez se traduce en otros indicadores como la tasa de cambio, que podría subir más no de forma exagerada.

'Una reducción en la calificación crediticia encarece el servicio de deuda, es decir que si Colombia busca adquirir crédito va ser a un mayor costo porque el riesgo es mayor', señala Andrés Cendales.

Agrega que se debe tener en cuenta que el gasto público en Colombia ha mostrado ser históricamente resistente a experimentar reducciones. Esto implica que en términos del gasto fiscal, no es posible pensar en una política que incentive crecimiento a través de la reducción de impuestos.