En las últimas semanas varios sectores han manifestado preocupación por la desaceleración de la economía del país durante el primer semestre del año, que se ha visto reflejada principalmente en la caída del consumo de los colombianos. La explicación pasa por los efectos de la reforma tributaria, la caída de los precios del petróleo, el alza de las tasas de interés como resultado de la política monetaria para controlar la inflación del año anterior y la caída de sectores como la industria, el comercio o la construcción.
La situación llevó a que los pronósticos de crecimiento del país para este año disminuyeran. Sin embargo, todavía hay cierto optimismo para el segundo semestre. De hecho, por primera vez en 5 meses el índice de seguimiento a la economía presenta una variación mensual positiva de un 0,5%, entre abril y mayo. Este índice, generado por el DANE, mide la actividad económica en el corto plazo y está compuesto por medidas sectoriales de producción, que permiten tener una fotografía de la situación económica de los sectores económicos más importantes y de la situación económica del país.
De acuerdo con César Corredor, vicerrector académico de Unipanamericana, si bien no se ve una recuperación completa a nivel nacional en lo que resta del año, se prevé un pequeño momento de mejor crecimiento en comparación con el primer semestre. En parte porque se empezarían a sentir los estímulos de política monetaria manifestados en la reducción de tasas interbancarias por parte del Banco de la República.
Otra razón para apuntar a un desempeño comparativamente mejor es la paulatina disipación del pesimismo causado por la reforma tributaria en el primer trimestre, acompañado de una mayor tranquilidad con respecto al comportamiento de los mercados externos, que se apuntalan en datos positivos del comportamiento de la economía estadounidense.
Impulsar la industria
Si bien los datos a nivel agregado muestran algunos síntomas de recuperación en comparación con el primer cuatrimestre del año, algunos sectores industriales, como el de confección y prendas de vestir e hiladuría, tejeduría y acabado de productos textiles, tuvieron una reducción de la producción abril, en comparación con el mismo mes del año pasado de 8% y 13,5%, respectivamente.
La reacción del Ministerio de Hacienda a estos datos negativos en materia industrial, ha sido llamar a la calma y a evitar adoptar estrategias empresariales improvisadas y erráticas como reacción al pobre desempeño hasta abril de la economía; pues se espera que la segunda parte del año tenga un repunte en materia económica, jalonado por la recuperación de varios sectores industriales.
A pesar de estas declaraciones del gobierno nacional, el índice de confianza industrial (ICI), generado por Fedesarollo, muestra caídas de las expectativas de producción entre industriales, en junio, si bien se presentó una mejoría con respecto a mayo. Las causas de este pesimismo se deben, en parte, a una caída del volumen actual de pedidos recibidos por parte de los industriales. A nivel de comercio, la misma entidad mide el índice de confianza comercial (ICC) y concluye que los comerciantes han tenido un deterioro de las ventas y de la confianza en el marchar de la economía.
David García, profesor del IEEC de Uninorte, señala que falta coordinación entre la política nacional y los sectores económicos. 'En Colombia hace años no existen planes de incentivos al desarrollo industrial, y no se han planteado estrategias que fortalezcan y dinamicen el crecimiento. El llamado a la no improvisación debe ser adoptado por el mismo gobierno, pero es necesario que se busquen los mecanismos de formación bruta de capital fijo para que la industria pueda aprovechar las externalidades que se generan'.
Por su parte, Corredor agrega que si bien 2017 puede ser considerado un año valle del ciclo económico, de mantenerse la tendencia positiva de algunos indicadores, se verá algo de mejoría relativa de la dinámica económica en el segundo semestre del año. Sin embargo, advierte que situaciones como la inestabilidad política de Venezuela, el escándalo de Odebrecht y el próximo inicio de la temporada electoral en el país podrían tener repercusiones en el comportamiento económico colombiano.
Para García, es necesario un plan a mediano y largo plazo que permita mejorar el capital fijo para que los sectores se encadenen y aprovechen el gasto del gobierno, por medio de la creación de infraestructura. 'Se debe generar más incentivos al desarrollo y fortalecimiento industrial. Los sectores potenciales en Colombia están identificados, solo hay que buscar los mecanismos para que mejoren las ventajas absolutas de estos, nuevos socios comerciales a nivel de la región y mejorar los encadenamientos productivos entre los sectores básicos y el industrial'.
Barranquilla: buena dinámica
Diana Reyes, jefe de la oficina de proyectos de la Cámara de Comercio de Barranquilla, resalta que los resultados de los principales indicadores económicos para el Atlántico han presentado un comportamiento un poco más favorable que otras regiones de Colombia. 'Esto es respuesta a los grandes proyectos de inversión pública y privada que se encuentran en ejecución, los cuales impactan positivamente la generación de empleo. Lo anterior en el marco de una economía colombiana que ha sentido el rigor de la desaceleración y los efectos propios de un entorno mundial complejo'. A nivel regional los últimos datos de empleo, generados por el DANE, apuntan a un comportamiento positivo en las ciudades de la Región Caribe. Destacan Barranquilla y Santa Marta, con tasas de desempleo de 8,4% y 8,2%, respectivamente, en el último trimestre móvil abril-junio de 2017.