El déficit de la balanza comercial de Colombia en 2016 disminuyó en 4.103 millones de dólares, al pasar de 15.907 millones de dólares en 2015 a 11.804 millones en dólares 2016, es decir una caída de 25,8%. Lo que indica que la diferencia entre las exportaciones y las importaciones siguió disminuyendo.
El desempeño de las importaciones a cierre de 2016 fue negativo, con una reducción de 17,0% al compararlo con 2015 cuando cerraron con una caída de 15,6%. Las compras externas pasaron de 54.057,6 millones de dólares en 2015 a 44.889,4 millones en 2016.
El Dane informó que las principales reducciones de las importaciones se registraron en los productos de las industrias extractivas con 23,9% y las manufacturas con 19,1%. Las importaciones del grupo agropecuarios, alimentos y bebidas cayeron en 4,1%.
En contraste, las compras en el exterior de productos como bebidas y tabacos subieron 32,7%; los azúcares, preparados de azúcar y miel aumentaron 122,7%; los aceites, grasas y ceras de origen animal y vegetal con 21,9%, Productos lácteos y huevos de aves con 58,3% y productos y preparados comestibles diversos con 5,5%.
Los principales países desde los cuales Colombia importó fueron Estados Unidos participando con un 26,5 % del total registrado en 2016; le siguen en su orden China, México, Brasil, Alemania y Japón.
En cuanto a las cifras de diciembre, las importaciones de Colombia cayeron en 2,8% pasaron de 4.159,4 millones de dólares en 2015 a 4.041,1 millones en diciembre de 2016.
'Las exportaciones cambiaron la tendencia y van en ascenso, mientras que las importaciones siguen disminuyendo, aunque en menor medida. Esto refleja una mejora en la actividad económica y una mayor competitividad de la industria nacional, que va ganando espacio en el mercado internacional', dijo la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture.
A su vez el equipo de investigaciones económicas de Bancolombia afirmó que el ajuste del déficit comercial del año pasado está asociado a la desaceleración de la demanda interna, por el efecto de la depreciación real que se registra desde 2014 y la reducción en la importación de combustibles.