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De acuerdo con los resultados de una investigación sobre inclusión educativa en la región Caribe, realizada por el Observatorio de Educación del Caribe (OECC) de Uninorte, el porcentaje de jóvenes de la región que actualmente no asiste a un establecimiento educativo es mayor que el promedio del país. Y al analizar el porcentaje de desertores en el sector educativo, en 2013 la región Caribe presentó un 4,9%, mientras que en Barranquilla fue 3,3% y en Colombia 5%.

En general, la población de 16 años es la que menos asiste a establecimientos educativos, con un 29,3% para Colombia y un 32% en la Región Caribe.

Según datos mundiales de la Unesco, en 2014 (los más recientes disponibles) la tasa de niños que no asistieron a la escuela primaria, en ambos sexos, fue más alta para países de Latinoamérica y el Caribe (6%), mientras que para países con ingresos medio-altos fue 4,5%, para las regiones desarrolladas fue 3,1%.

El porcentaje de jóvenes que no asistió a secundaria fue mucho mayor: 23,9% en Latinoamérica, 7,9% en los países desarrollados, frente a 37,2% que es el promedio mundial.

Los resultados de la investigación indican que en la región Caribe y en Colombia la principal razón de no asistencia a ninguna institución educativa es que 'No le gusta o no le interesa el estudio', con un 33% y 38%, respectivamente.

Para Jorge Valencia, coordinador del OEEC de Uninorte, se debe avanzar en la mejora de resultados de aprendizaje de toda la población si se pretende contar con un sistema educativo generador de equidad. 'Resulta urgente disminuir la proporción de estudiantes que obtienen puntajes inferiores o de desempeño insuficiente en las pruebas de conocimiento. Esta debe ser una prioridad en el diseño y aplicación de la política educativa en todos los niveles'.

'Tal como lo advierte el Banco Mundial, para lograr un crecimiento económico sostenible y equitativo, tienen que mejorar los resultados del aprendizaje entre todos los estudiantes, pero en particular entre la proporción de la población que no logra niveles mínimos de desempeño', agrega Valencia.

Estrategias para mejorar

La evidencia sugiere que para mejorar los indicadores de eficiencia del sector educativo y crear una educación que genere equidad, se requiere compromiso no solo por parte del Gobierno, sino dentro de las instituciones educativas, a través de estrategias internas que mejoren el desempeño de los estudiantes. Así mismo, se necesitan estrategias que permitan una mayor inclusión al sector educativo de las poblaciones más vulnerables.

Para Olga Acosta, rectora de la Institución Educativa Olga González Arraut de Cartagena, las estrategias implementadas desde la política pública, como el transporte escolar, los restaurantes escolares, la gratuidad educativa, han sido importantes pero siguen siendo insuficientes, pues el tema de la permanencia escolar no es solo resolver unas necesidades de tipo primaria.

'Las políticas de permanencia deben poder sostenerse las 40 semanas lectivas escolares, pues solo cobija unos tiempos cortos, y cuando se ejecuta por menos tiempo que el contemplado, los chico desertan, faltan a clases, se quedan en sus barrios rebuscando la comida', señala.

Así mismo, la rectora considera necesario que desde la planta de docente se puedan conformar los equipos psicosociales que permitan el acompañamiento a la población con necesidades educativas especiales.

En este caso, es importante que se acompañe al maestro regular a pensar las estrategias de aprendizaje de los niños con necesidades educativas especiales, pues si se recurre a instituciones especiales, se generaría mayor exclusión.

'Como estrategia fundamental para incluir socialmente a los niños y jóvenes, la escuela debe pensarse en otra lógica y aquí las artes, la música, la cultura y el deporte juegan un papel importante. En la mayoría de los casos, estos espacios posibilitan experiencias de aprendizaje y motivación para asistir a la escuela, pues con ello, la escuela deja de ser aburrida, en la danza dejas de ser diferente, lo mismo que en el deporte, el teatro el club de libros, en la biblioteca o la sala de informática, el grupo de música', dice Acosta.

A pesar de que en los últimos años el país ha avanzado para mejorar las condiciones de acceso y eficiencia del sector educativo, todavía hay mucho camino por recorrer. El sistema afronta retos como las bajas tasas de finalización en la educación secundaria, desigualdad en el acceso y bajos niveles de logro de un porcentaje importante de la población. De modo que los esfuerzos se deberán enfocar en estos aspectos si se espera cumplir con la meta de la las Naciones Unidas de alcanzar la finalización universal de la educación primaria y secundaria para el año 2030.

Aliados por la educación

En la consecución de un sector educativo más incluyente y de mayor calidad, se necesita la participación activa de todos los actores sociales, incluidos el sector privado y empresarial. Julio Martin, director de la Fundación Promigas, considera que este sector es corresponsable en la construcción de sistemas educativos y escuelas más incluyentes. 'En los últimos 10 años hemos consolidado un enfoque alternativo de cambio educativo, denominado 'cambio mediado recíproco', y su estrategia de acompañamiento orientado a que las escuelas aprendan de manera colaborativa a desarrollar sus propias capacidades utilizando como oportunidad de aprendizaje los retos, problemas o proyectos propios de la cotidianidad escolar', dice.