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El petróleo intermedio de Texas (WTI) cayó ayer en un 5,56% y cerró en 33,97 dólares el barril, tocando su nivel más bajo desde diciembre de 2008, arrastrado por las tensiones geopolíticas y un nuevo aumento de las reservas de crudo en Estados Unidos.

Al final de la sesión de operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos futuros del petróleo WTI para entrega en febrero cayeron 2 dólares con respecto al cierre anterior.

El petróleo de referencia en Estados Unidos registró su peor cierre desde diciembre de 2008, tras una sesión en la que llegó a cotizar en un mínimo de 33,77 dólares, en niveles que no se veían desde febrero de 2009.

En el caso del Brent para entrega en febrero, cerró en el mercado de futuros de Londres en 34,23 dólares, un 6,01% menos que al término de la sesión anterior.

El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, finalizó la jornada en el International Exchange Futures (ICE) con un retroceso de 2,19 dólares respecto a la última negociación, cuando acabó en 36,42 dólares.

El Brent cayó por debajo de los 35 dólares el barril por primera vez desde 2004, ante la perspectiva de que las tensiones entre Arabia Saudí e Irán obstaculicen un eventual acuerdo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para tomar medidas que detengan el desplome de los precios.

La presión sobre los precios del petróleo se incrementó ante el repunte de los inventarios estadounidenses de destilados, como el gasóleo para calefacción y el diésel, situados en 159,4 millones barriles tras incrementarse en 6,3 millones de barriles la semana que finalizó el 1 de enero. Las reservas de petróleo de este país bajaron en ese mismo periodo en 5,1 millones de barriles, hasta los 482,3 millones, pero continúan en máximos no vistos en casi 80 años.

La crisis china, que continúa agravándose ante el deterioro de los indicadores del gigante asiático y la caída de sus bolsas, siguió lastrando asimismo el petróleo. Los problemas que afronta el segundo consumidor mundial de crudo hacen temer a los analistas una futura reducción de la demanda que agravaría el escenario de sobreproducción en los mercados.

En un momento en el que las previsiones de crecimiento de la demanda de petróleo se han debilitado, la negativa de la Opep a rebajar su bombeo ha saturado el mercado provocando un descenso del precio del petróleo de alrededor del 65% en un año y medio.