Compartir:

Empresarios y dirigentes gremiales están encendiendo las alarmas por una súbita alza que ha tenido el precio de la energía en la bolsa eléctrica. Y no es para menos: el costo del kilovatio por hora pasó de $319,07 el pasado 17 de septiembre a $909,38 el lunes de esta semana.

El registro que es administrado por XM evidencia que el promedio del kilovatio durante este año ha oscilado entre $140 y $300, pero en tan solo diez días se triplicó.

Esto es 'inquietante' para las comercializadoras, 'porque cada vez va a ser más difícil poder acceder a energía barata', señaló José García, gerente de Electricaribe.

Alberto Vives, presidente de la seccional Atlántico de la Andi coincidió con esta opinión: 'El tema es muy delicado, porque los precios de insumos energéticos son un costo sumamente fuerte en el sector industrial. Hay unas consecuencias delicadas que van a dejar por fuera de competencia a varios si este precio se mantiene'.

¿Quiénes pierden?

Los temas relacionados con el precio de la energía son de interés porque tocan el bolsillo de los consumidores que, en muchas ocasiones, son de escasos recursos. Por eso hay que aclarar que no todos pierden ante este precio y que el alza no se transferirá directamente a los usuarios.

¿Cómo funciona?

Primero hay que explicar que para acceder a la energía, los actores del mercado energético tienen dos caminos: uno es mediante un contrato a mediano o largo plazo, con precios estables. El segundo es mediante la compra en la bolsa eléctrica, que funciona como una bolsa de valores. En esta se pone la energía que se genera en el país y se fijan unos precios según oferta y demanda, entre otros factores.

Compañías como Electricaribe, que cubre 80% de su energía con contratos en firme, han optado por la estabilidad de precios para proteger a los consumidores, explica García. Otras empresas como Emcali, que no pueden hacer contratos a mediano o largo plazo, deben comprar a precio de bolsa.

Esto significa que si el valor aumenta, también lo hará el costo de operación de las empresas y, por ende, el de los usuarios finales.

Sin embargo, hay que aclarar una regla en la formación de los precios, explica Alejandro Lucio, director de Óptima Consultores. Primero, si la comercializadora atiende al mercado regulado, los hogares, se le transfiere el precio de escasez, que funciona como un techo que protege a los usuarios finales.

José Camilo Manzur, presidente de Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis), señala que este beneficio se debe al seguro que se ha pagado con el cargo por confiabilidad, un valor adicional que se cobra a los consumidores en la factura y que garantiza que no hayan alzas abruptas.

El segundo caso que explica Lucio tiene que ver con las comercializadoras del mercado no regulado, es decir, la industria. En estos escenarios, si la compra de la energía está expuesta al precio de la bolsa, parte del costo total ($909,38), debe asumirlo el comercializador a pérdida. Es decir, le transfiere a la industria el precio de escasez y lo demás corre por su cuenta. 'Si no tiene cubierta la totalidad de la demanda, está expuesto a precio de bolsa de energía y vende a precio fijo, sí asume el precio de bolsa sin el techo', añade Lucio.

Según la página de XM, al cierre de esta edición, el costo de ese kilovatio estaba en $327,67. En temporadas normales, podría negociarse entre $140 y $200, pero cada día se encarecerá más.

De allí que la industria esté alarmada por el aumento del kilovatio en los últimos 10 días. 'Estamos muy inquietos. Debido a la gestión que hemos hecho, tenemos un nivel de cobertura alto. Pero si esto sigue así, se dificultará porque al final, el costo será más caro', agregó García.

Vives, a su vez, señala que este valor le restará competitividad al mercado local, frente a la industria del mundo. 'Si vemos el precio de hoy, es cinco veces más costoso que en Estados Unidos', señala.

De esta situación concluyen que hay un 'problema' en la formulación de los precios que la Creg y el Gobierno deben revisar para que no hayan aumentos desproporcionados.

¿Por qué sube el precio?

Regularmente, 80% de la energía que se produce en el país es generada con plantas hidroeléctricas, cuyo costo es más barato que las térmicas (20%). Durante épocas de sequía o de reducción de lluvias, como la que vivimos a causa del Fenómeno El Niño, los embalses de agua bajan, se aumenta la generación térmica y los costos de la bolsa suben. Esto porque es más costoso generar con gas, carbón y combustibles líquidos, como el diésel.