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A comienzos de la década de los 90’s, Carlos Mattos llamó a su amigo Gabriel Echavarría para pedirle el avión privado con el motivo de llevar a altos empresarios de Hyundai, una marca de vehículos poco conocida en el país, a jugar golf al Country Club de Barranquilla y mostrarle las instalaciones del concesionario Renault que tenía hace siete años en la ciudad.

'Es tuyo', respondió Echavarría

El juego se desarrolló a puerta cerrada en época de Carnaval hace 23 años y marcó el comienzo de un matrimonio que está a punto de terminar a raíz de problemas como la devaluación del peso; la poca rentabilidad; y la posible aparición de los ecuatorianos del Grupo Eljuri, dueños de Metrokia en Colombia.

La primera meta que tuvo Mattos en 1992, después de recibir la aprobación de casa matriz, fue la de vender 100 carros mensuales en tres meses. Para no quedarse en el intento, llamó a su prima María Teresa Egurrola, la reina nacional de belleza de la época, quien junto a sus compañeras del reinado impulsaron la marca Hyundai en el marco del Salón Internacional del Automóvil de Bogotá. El ‘pabellón de las reinas’ (como se le conoció) jalonó los buenos resultados.

Si bien desde 1992 la casa matriz ponía objetivos de unidades vendidas que eran acatados con rentabilidad y éxito, fue hasta 2014 cuando Hyundai Colombia Automotriz S.A. se quedó en 85% de cumplimiento.

La meta de vender 25.000 unidades se había quedado corta y se resumía en ingresos operacionales por $752.845 millones y una utilidad neta de $10.693 millones.

El precio del dólar se erigía como el Florero de Llorente y dejaba pérdidas no solo en Colombia sino también en países como Bolivia y Chile, donde se dice que el empresario Ricardo Lessmann es uno de los más afectados.

En el caso de Mattos, La República (LR) sabe que se perdieron más de $35.000 millones en el trimestre anterior, cumpliendo la meta impuesta por casa matriz. Y hoy, que se cumple otro trimestre, las cuentas están por el mismo estilo.

Lo cierto es que la defensa de la empresa en Colombia argumenta que la mala situación en la región se vive desde hace cuatro años cuando se empezaron a cambiar las reglas del juego, porque desde Corea pensaban que en el mercado local circulaba mucho dinero y por ello decidieron quitar los subsidios de mercadeo y el descuento de los precios, por lo que alzaron las tarifas y ahora Hyundai es una marca costosa.

A estas circunstancias se les suma que la dirección de la oficina de Miami, y el encargado en Corea del continente han sido relegados de su cargo al menos tres veces en el último año, cuando la tendencia era uno cada cuatro años. Todo esto por no haber cumplido las metas de venta.

En febrero de 2014, Mattos presentó los estados financieros a 12 auditores coreanos y al encargado de la oficina en Miami para Latinoamérica y a raíz de los resultados y las pérdidas en junio decidieron crear un plan de rescate que duraría hasta diciembre, con unidades a precios baratos. Pero se terminó en agosto sin tener claro un porqué.

Por esta razón se idearon nuevas estrategias que han desembocado en las malas cifras actuales, y se generaron fuertes confrontaciones y disputas entre Mattos y casa matriz. Todo esto, mientras se conocía la intención que desde Seúl se pensaba buscar un nuevo distribuidor para Colombia.

Es en ese momento cuando aparece en escena el Grupo Eljuri, oriundo de Ecuador, con el que Mattos tiene una disputa legal que ahora está en la Corte Constitucional, porque el colombiano compró 10% de acciones de Kia a un socio de dicha holding que luego fue despedido por US$2,8 millones.

Fuentes indican que la familia Eljuri sería el agente atizador de las circunstancias actuales, puesto que habrían encabezado una cruzada para que casa matriz comparara los resultados de Kia y Hyundai. Sin embargo, la balanza no sería correcta ya que la primera firma comercia con subsidios de entre 8% y 14% y además, estaría vendiendo vehículos a costo para mostrar que es más eficiente que Carlos Mattos.

LR conoció que esta compañía está en el sonajero de los posibles empresarios que reemplacen a Mattos una vez concluya el contrato el próximo 31 de diciembre. Se dice que ellos ejercerían como importadores y Casa Toro tendría el papel de distribuidor de los vehículos Hyundai en Colombia.

La concesión aún está vigente. Mattos tiene a sus abogados en el caso, uno de los más conocidos es el exministro Néstor Humberto Martínez y se prevé que el divorcio tome un ritmo frenético en lo que queda del año.