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Desde los diferentes escenarios que han analizado la situación actual de Barranquilla y Atlántico es reconocido el avance logrado en materia de crecimiento económico y los buenos indicadores que presentan. Sin embargo, expertos e investigadores coinciden en la necesidad de seguir una hoja de ruta que sirva como guía para un desarrollo planificado en el que participen los sectores público, privado y los ciudadanos.

Una reciente investigación del equipo de Fundesarrollo, solicitada y financiada por el Grupos Argos, sobre el crecimiento económico de Barranquilla y su área metropolitana, incluyendo los municipios de Soledad, Malambo, Galapa, y Puerto Colombia, revela que es necesario elaborar un plan estratégico de largo plazo que sea liderado por una institución que planee o coordine el desarrollo económico y social del territorio.

Las recomendaciones de la investigación señalan que 'actualmente no hay foco de hacia dónde debe apuntar la ciudad en términos productivos, por lo que todo el desarrollo se da de forma espontánea'.

Los investigadores Juan Manuel Alvarado, Dann Payares, Stefannia García, Juan David Chacón, con la asesoría del economista PhD Jairo Parada, tras realizar una revisión de los indicadores sectoriales concluyen que sí ha habido crecimiento económico y desarrollo en la ciudad, pero que la velocidad de este es similar al de las principales capitales del país y al promedio nacional. 'Por este motivo no se puede catalogar al crecimiento de la ciudad como un hecho extraordinario o especial en Colombia', señala el equipo.

Afirma que si bien Barranquilla es la ciudad de la Costa Caribe con los mejores indicadores económicos y sociales, sigue presentando un rezago en cuanto a las condiciones de vida de sus ciudadanos frente a otras áreas metropolitanas como Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga.

¿Es sostenible el crecimiento?

Los investigadores concluyen que el crecimiento de la ciudad 'ha sido multicausal con una coordinación de agencia casi dada de facto entre los actores locales, diversas entidades públicas y la empresa privada'.

Teniendo en cuenta esta situación los cambios que se puedan presentar en la interacción entre los sectores público, privado y la ciudadanía; hacen vulnerable la dinámica del crecimiento, por lo que es necesario fortalecer e institucionalizar la coordinación de los actores.

El análisis del centro de investigación señala que las economías de alcance y aglomeración, que son las que se conforman en las ciudades cuando el sector productivo se beneficia de la interacción cercana, van a seguir operando y se espera que la ciudad mantenga un crecimiento similar al del resto del país.

Hablan expertos

El coordinador general de la iniciativa Ciudades Emergentes y Sostenibles del BID, Ellis Juan, quien participó en ExpoProBarranquilla 2015 asegura que Barranquilla es una ciudad emergente que está en un buen momento para proyectarse internacionalmente.

Indica que se debe integrar la planificación urbana y la territorial, 'alguna institución tiene que tener esta visión más aérea de lo que queremos ser y para donde queremos ir', agregó y señaló que tanto la Alcaldía y la Gobernación tienen en sus manos este liderazgo.

El gerente seccional de la Andi, Alberto Vives, afirma que 'hay que definir un destino, un rumbo y trabajar colectivamente'. Indica que es fundamental tener una visión de ciudad no solamente en temas empresariales sino sobre cuáles son las inversiones que se busca atraer.

Percepción

-La principal hipótesis planteada en la investigación es que la concentración espacial de obras civiles privadas y públicas en Barranquilla, sumada a las campañas para atraer inversiones nacionales y extranjeras impulsó las expectativas de alto crecimiento de la ciudad.

-La construcción es uno de los sectores con mayor visibilidad y este duplicó su participación en el PIB departamental en la última década pasando del 3,6% en 2003 a 7% del PIB en 2013. Las zonas con mayor desarrollo y crecimiento son el norte-centro de Barranquilla.

-La inversión pública en la ciudad y el área metropolitana aumentó significativamente en los últimos años y llegó a los niveles de las principales ciudades del país, lo que contribuyó a dinamizar la actividad económica como multiplicador de la inversión, es decir, cada peso que invierte el sector público, moviliza al sector privado, impulsa la economía local y genera una buena imagen de la administración pública local.