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El presidente de Fedepalma, Jens Mesa, dijo en Valledupar que el 25% del aceite comestible que se comercializa en el país es de 'contrabando', e indicó que es una práctica que permite el lavado de dinero en grandes cantidades.

En un encuentro de cultivadores de palma en el Cesar, el dirigente se refirió a la afectación que sufre la economía formal esta modalidad ilegal.

'El mercado local no se mueve por el contrabando. Uno de cada cuatro litros de aceite que se consume en Colombia está en la cadena de la ilegalidad. Si no fuera por las exportaciones estuviéramos ahogados en aceite', sostuvo. Además, señaló como agravante las 117 mil toneladas del producto que son importadas. 'Tenemos aceite de más, pero estamos exportando a Europa, Brasil y México', indicó.

Precisó que en 2013 el 44% de la producción se vendió en el mercado local en biodiésel, el 39% en el mercado tradicional de aceites y el 16% se exportó.

'Conocemos operaciones de compra de aceite con dinero en efectivo, en unas cuantías que nadie normalmente maneja. Traen el producto a territorio colombiano y lo venden a la tercera parte de lo que fueron comprados', denunció Mesa.

El aceite ilegal proviene especialmente del Ecuador, aunque también ingresa por Venezuela, generándose una competencia desleal con quienes hacen industria.

'El contrabando es la vía por la cual se lavan muchos dineros en el país', dijo y sostuvo que en la medida en que la economía ilícita prospere, será muy difícil de acabarla. 'E es un despropósito y se requieren acciones de gobierno para combatir este flagelo', indicó.

El gremio informó que desde mediados de diciembre de 2003 vienen ingresando en forma ilegal por la frontera con Venezuela aceites comestibles producidos en ese país y Bolivia, con precios significativamente inferiores a los de la industria nacional. MB