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Llegó y de inmediato se ganó un lugar importante en el equipo. Su liderazgo y aplomo marcaron diferencia en una defensa renovada, tras la inesperada salida de los argentinos Emanuel Olivera y Nicolás Zalazar.

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El paraguayo Javier Báez, de 35 años, fue el último refuerzo en arribar este semestre, pero ha sido uno de los más rentables, siendo uno de los jugadores con más minutos en la Liga I-2025, con 1.138, repartidos en 13 juegos (solo se ha perdido tres).

En diálogo con EL HERALDO, Báez habló de su vida, de sus gustos, de su carrera y del presente que disfruta en Junior.

¿Cómo ha sido su adaptación al equipo barranquillero?

Me he sentido muy cómodo. Siempre digo que mis compañeros me lo han hecho fácil. En Colombia solo pueden jugar tres extranjeros por equipo, así que no es sencillo acoplarse, pero desde el primer día el mundo Junior —el club y todo su entorno— me facilitaron las cosas. Estoy muy contento.

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En zona mixta usted expresó, en uno de sus primeros partidos, su molestia por comentarios negativos previos a su llegada. ¿A qué se refería?

Sí, se había dicho que yo pasaba solo seis meses en cada equipo, pero eso no es cierto. Por ejemplo, estuve seis meses en Dorados de México antes de que llegara Maradona. El equipo estaba por jugar una final que, de ganarla, implicaba ascender a Primera División. Eso afectaba el salario y otras condiciones, así que me tocó salir. Un año después volví con la llegada de Maradona. Pero más allá de eso, jamás he tenido un problema en mi carrera. Las críticas son parte del fútbol, así que no me afectan.

En un inicio había escepticismo en torno a su llegada, pero hoy se habla de usted como líder en la defensa…

Claro, yo era un desconocido en el fútbol colombiano. Hice mi carrera en otro lado. Por eso agradezco a Jhon Char, a César (Farías) y a toda la familia Char que apostaron por mí. Tengo 35 años, recién cumplidos, y no es fácil para un jugador de mi edad llegar a un equipo nuevo. Espero estar respondiendo en la cancha, porque eso es lo más importante. Agradezco también el lugar que me han dado en el grupo. Por mi experiencia trato de acomodar ciertas cosas dentro del campo que el técnico, desde lejos, no puede ver.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAJavier Báez durante la entrevista.

Junior venía de perder a sus dos centrales titulares. ¿Fue difícil adaptarse en ese contexto?

Sí, no fue fácil, pero tuve a favor que vengo de Asunción, donde también hace mucho calor. Aquí hay más humedad, pero ya estaba acostumbrado. Obviamente, reemplazar a jugadores argentinos que estaban bien acoplados y que incluso salieron campeones, como (Emanuel) Olivera, genera más exigencia. Espero estar a la altura. El torneo está por terminar, confío en que clasificaremos a los cuadrangulares y podamos lograr algo importante para dejar huella acá.

¿Qué le ha impresionado del fútbol colombiano? ¿Qué esperaba y qué lo ha sorprendido?

Me ha gustado mucho, es un fútbol muy competitivo. Los equipos grandes están casi siempre entre los ocho mejores. Me ha sorprendido la velocidad de los jugadores. Ya se sabía que el futbolista colombiano es técnicamente bueno, pero la intensidad y el dinamismo son notables. Eso es una gran virtud, y creo que el fútbol colombiano tiene mucho por crecer.

¿Qué le ha llamado la atención de Barranquilla desde lo cotidiano?

La calidez de la gente. Muchos me quisieron ayudar desde el primer momento. He hecho amistades fuera del fútbol y eso dice mucho de la ciudad. También me han invitado muchas veces a comer arepas… espero que el nutricionista no se moleste (risas).

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¿Arepa de huevo o arepa dulce?

¡Me han dado de todo! Cuando llegué al hotel me ofrecieron arepa de huevo, después probé la de queso. Estoy degustando todas (risas).

¿Cuál es su plato favorito en Barranquilla?

Me gusta mucho la comida peruana y aquí se encuentra bastante. El arroz chaufa, el lomo saltado... como mucho de eso. Pero también debo cuidarme, ya estoy grande (risas), así que hay que equilibrar.

¿Se ha juntado más con los extranjeros o ha sentido empatía con los colombianos del equipo?

Al principio uno se acerca más a los extranjeros, es natural, pero los colombianos me han recibido muy bien. Siempre hablo bien de Carlos (Bacca) y de Teo (Gutiérrez), no solo por lo que han ganado, sino por cómo me han tratado. Que jugadores como ellos, con tanta trayectoria, me abran las puertas y me acojan dice mucho de su calidad humana.

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Usted también ha asumido un rol de liderazgo dentro del grupo. Eso, desde afuera, se ha visto con buenos ojos…

Sí, pero es por el lugar que me dieron mis compañeros. Me han tratado muy bien desde el primer día. Si no te dan ese espacio, es difícil. Agradezco estar en este equipo, a mis 35 años, disfrutando cada momento. No todos pueden competir a esta edad en un club tan importante. Quiero disfrutarlo y seguir aportando.

¿Cómo es su relación con Guillermo Paiva?

Muy buena. Aunque ambos somos paraguayos, yo me crie en Argentina, así que él me carga y me dice “curepa”, como nos dicen a los argentinos allá. Nos reímos mucho. Tenemos una buena relación y ojalá podamos dejar una huella en Junior.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAIsaac Barrios, Javier Báez, Rafael Castillo y William González durante la entrevista.

¿Ya se conocían de antes?

Sí, lo había enfrentado cuando yo estaba en Libertad y él en Olimpia. Incluso el año pasado nos cruzamos en Copa Libertadores. Siempre le digo que no pudo pasarme (risas).

¿Le hablaron de otros paraguayos que pasaron por Junior, como Javier Ferreira, Adriano Samaniego y Roberto Ovelar?

Sí, me contaron que Ferreira era un gran número 10, un enganche muy talentoso. Yo no lo vi jugar por mi edad. Al que sí conocí fue a Ovelar. Paraguayos como ellos dejaron una marca en este club y ojalá nosotros también podamos hacerlo.

¿Se siente más argentino que paraguayo, como le dice su compatriota (Paiva), o se le pegó algo de tanto tiempo en el fútbol argentino?

Sí, no puedo negar que me siento más argentino que paraguayo. Viví casi 20 años en Argentina, entonces no lo puedo negar. Cuando llegué al fútbol paraguayo me criticaban por eso, me decían que no sentía mi nacionalidad. Pero es una cuestión de dónde me crie. No reniego de lo que soy ni de dónde crecí. Por eso Guille (Paiva) me carga, me dice que somos distintos, pero es por eso, por cómo me formé.

Me siento más argentino que paraguayoJavier Báez

Usted tuvo la fortuna de ser dirigido por Diego Maradona. Me imagino que eso marcó su carrera…

Sí, claro. Siempre digo que se me eriza la piel al hablar de Diego (Maradona). Tenerlo fue todo. Si bien yo viví más la época de Messi por edad, conocer a Diego fue impresionante. Nunca vi un plantel de 30 o 40 jugadores tan expectante por un entrenamiento. Él llegaba, nos saludaba, nos preguntaba si necesitábamos algo, si pasaba algo en casa… estaba en todos los detalles. Después de Dorados tuve una relación con él fuera del club. Me marcó mucho su fallecimiento. Ahora está el juicio, y ojalá se esclarezca todo para que Diego pueda descansar en paz.

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¿Hay algún consejo o anécdota con Maradona que recuerde especialmente?

Diego me hizo crecer como jugador, sobre todo ofensivamente. Hoy se usa mucho que el defensor sea la salida del equipo, y él me dio una confianza que no tenía. Con él empecé a hacer más goles. Antes tenía dos en primera, y hoy tengo unos 25 o 30. Eso te muestra lo que significa la confianza de un técnico.

¿Le falta ese gol en Junior?

¡Ojalá! Ya estuve cerca… Esa que tiré por arriba contra Millonarios, me sentí tan mal que quería pedir el cambio a César (Farías) (risas).

De la mano de Maradona también llegó su faceta como ejecutor de tiros libres. Aquí en Junior ya pateó alguno, ¿no?

Sí, pateé uno. Diego y yo solíamos practicar tiros libres. Siempre cuento una anécdota: una vez nos pusimos a patear 15 jugadores, y cuando Diego explicó cómo había que hacerlo, todos hicimos goles. Fue impresionante.

¿Antes no lo hacían?

No, fue una tarde mágica. Diego dijo: “Pateen así”, y todos hicimos goles. Creo que hasta los arqueros patearon. Fue algo hermoso. De hecho, hay una serie en Netflix donde salgo haciendo un gol de tiro libre. Muy parecida a esa práctica.

Ojalá podamos dejar una huella en JuniorJavier Báez

¿Cuántos goles de tiro libre hizo en Dorados?

Uno en práctica y otro en un partido oficial. A ese lo fui a abrazar (a Maradona) y creo que le di más besos que a mi esposa (risas).

¿Aquí todavía no se ha animado a cobrar uno?

Sí, agarré uno contra Unión Magdalena y creo que mandé al arquero al hospital, le pegué duro en el pecho (risas).

¿Ha ensayado en los entrenamientos?

No mucho, porque hay buenos pateadores y soy respetuoso. Ya hay jugadores asignados para eso.

¿Quién es el mejor pateador de tiros libres en Junior, al menos en los entrenamientos?

Hay varios. ‘Cariaco’, por ejemplo, el otro día casi mete uno contra Alianza. También está Jimmy. Tenemos buenos ejecutores.

Sobre el liderazgo con los jóvenes: ¿alguno le ha sorprendido?

Sí, Jordan Barrera ya está sumando minutos y ojalá le toque más. También Canchimbo, que sorprende con su velocidad, y el central Caicedo, que tiene muchas condiciones. Hay que acompañarlos en el proceso, estar en el día a día con ellos. Son el futuro del club.

Tener a tipos como Teo y Bacca, con esa mentalidad, es clave, son jugadores ganadores, que contagian esoJavier Báez

Usted ha estado en equipos grandes como Independiente, Cerro Porteño y Libertad. ¿Ve a Junior con lo necesario para pelear el título?

En Paraguay jugué en tres de los cuatro grandes, incluso en Guaraní, que fue mi primera experiencia. Y en Junior veo un plantel con experiencia y calidad: Bacca, Enamorado, Deiber (Caicedo), Didier (Moreno), Teo… Muchos ya han sido campeones. Vamos primeros. En años anteriores Junior entraba sobre la hora a los cuadrangulares y esta vez logramos la clasificación anticipada, eso habla muy bien del trabajo que venimos haciendo. Ojalá en los cuadrangulares mantengamos el nivel.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAJavier Báez durante la entrevista en EL HERALDO.

El equipo recibió un duro golpe con la eliminación tempranera de la Copa Sudamericana a manos del América, pero luego levantó. ¿Cuál fue la clave para que se produjera esa renacer?

Creo que entendimos que no había tiempo que perder. Quedar fuera de la Sudamericana nos dolió, y eso nos empujó a dar lo mejor en la Liga. Cada año que se pierde en una carrera es una oportunidad menos, eso lo entendimos y por eso nos motivamos para sacar adelante esto y tener la oportunidad de volver a un torneo internacional el próximo año.

¿Siente que también fue clave que los directivos mantuvieran al técnico César Farías?

Sí, los procesos no se respetan mucho en el fútbol. Ayer escuchaba al ‘Ogro’ Fabbiani hablando de eso y coincido. Cuando los resultados no se dan, lo más fácil es cortar al técnico, pero es más inteligente sostener el proceso. Junior lo hizo y se ven los resultados.

¿Qué opina del trabajo de César Farías?

Lo veo como alguien frontal, te dice lo bueno y lo malo, y eso ayuda a mejorar. El cuerpo técnico también es muy abierto. Tiene mucha experiencia. Obviamente, al haberme traído, siento una responsabilidad extra de responderle en la cancha.

Su nombre completo es Cristian Javier Báez. ¿Por qué prefiere que lo llamen Javier?

(Risas) No sé… siempre me han dicho Javier. Cuando me dicen Cristian, no me doy vuelta. No es por mala onda, simplemente no estoy acostumbrado.

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A propósito, esa experiencia en el fútbol argentino, el paso por Independiente… Me imagino que como futbolista lo hizo crecer muchísimo. ¿Qué significó para usted?

Independiente es un tema aparte para mí, es el amor de mi vida, lo digo siempre. Me dio todo. Creo que el jugador de fútbol es distinto a otras profesiones, porque normalmente viene de familias muy humildes. En ese sentido, Independiente me cuidó desde que era chico hasta que llegué a Primera División. Volví al club en un momento difícil, en 2023, cuando se peleaba el descenso. Eso contrastó mucho con mi primera etapa, cuando salimos campeones de una copa internacional. Viví cosas que no había vivido antes. Independiente es un club enorme que me ha dado todo, y siempre estoy pendiente de que le vaya bien.

Así como compartió con Diego (Maradona), también fue dirigido por Carlos Tévez en su primera experiencia como entrenador. ¿Qué significó para usted tener como líder a otro referente como él?

Siempre digo que soy un bendecido. Me tocó ser campeón de una copa rápido, debutar en el club que amo, jugar con mi ídolo Gabriel Milito, que venía del Barcelona y lo había ganado todo con Pep (Guardiola), y después con Carlos (Tévez), hice su primer gol como entrenador. También me tocó hacer el primer gol de Antonio Mohamed, el Turco, en un clásico. Con Carlos (Tévez) tengo una gran relación, sigo hablando con él. Es una persona que quiero mucho y espero que vuelva a dirigir pronto, porque le va a hacer muy bien al fútbol.

Usted mencionó que tuvo un comienzo humilde. ¿Cómo fue su infancia y cómo surgió en el fútbol?

Es una historia, como la de muchos futbolistas, de sacrificios y adversidades. Me tocó hacer muchas cosas para llegar. Muchos compañeros quedaron en el camino. Recuerdo que para ir a entrenar, desde Pre-Independiente, viajábamos en colectivo con el delantal del colegio para no pagar pasaje. A veces el colectivero nos bajaba, y teníamos que caminar muchas cuadras. No teníamos para comprar cosas básicas, pero son cosas que pasamos muchos jugadores. Por eso digo que esta profesión es distinta. La mayoría venimos de situaciones difíciles. Me pone contento lo que logré, no por lo material, sino por todo lo vivido en el camino.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAJavier Báez posando para el lente de EL HERALDO.

¿Cómo vislumbra el partido contra América, considerando lo que significa por la historia en la Sudamericana y la pelea por el liderato y el “punto invisible”?

Me explicaron lo del punto invisible y es muy importante ir a buscarlo. Me contaron que por eso el Bucaramanga jugó una final, porque igualó con todos en puntos y ese punto invisible fue el que le dio el pase a la final. Así que no podemos desaprovechar la oportunidad. Se viene un partido importante, la gente quiere ganar y tenemos que conseguir esos tres puntos.

¿Qué mensaje le daría a la hinchada para que se anime a ir al estadio este sábado?

Yo siento que la gente nos acompaña. Siempre digo que hay que tener en cuenta lo económico. Una familia con tres o cuatro hijos tiene que hacer un esfuerzo para ir. Pero yo veo el respaldo de la hinchada cada vez que jugamos en la cancha de Junior. Me gusta el folclore, el ruido. Desde mi lado, estoy muy contento con lo que recibo en cada partido.

¿Se imagina jugando dos o tres años más en Junior? ¿Le gustaría quedarse?

Nunca me puse plazos en el fútbol. La edad es un tema complicado que no se puede esconder. Pero hoy me siento muy bien, pleno. Mi última lesión fue en 2018, en México, una lesión de rodilla. Desde entonces vengo jugando seguido. Si la directiva quiere que me quede, yo encantado de la vida. Nos recibieron muy bien y sé que Junior me da la posibilidad de seguir compitiendo.

¿Firmó contrato por un año?

Sí, es un préstamo hasta diciembre de 2025. Después, será decisión de la directiva.

Habló de Teo. Dijo: “este es un loco”. ¿Qué le ha llamado la atención de él en este corto tiempo juntos?

Cuando llegó, no estábamos en un buen momento. Y él loco ese llegó diciendo: “Vamos a ser campeones, vamos a conseguir la estrella número 11”. Por eso digo que tener a tipos como Teo o Carlos (Bacca), con esa mentalidad, es clave. Son jugadores ganadores, que contagian eso al grupo. A cualquier equipo le haría bien tener referentes así.

Para cerrar, ¿un mensaje para la afición de Junior?

Agradezco a toda la ciudad de Barranquilla por haberme recibido así. Ojalá podamos conseguir cosas muy lindas con Junior, que es para lo que nos preparamos. Veo que cuando gana Junior, la gente está feliz. Les mando un abrazo y ojalá sea un gran 2025 para todos.

Ping Pong con Javier Báez

¿Un estadio para jugar? El de Independiente.

¿El gol que más recuerda? Uno que hice en un clásico, en 2010, contra Racing.

¿El rival que más le dio problema? El River de Demichelis.

¿El equipo que más detesta? El que quiero que pierda siempre, aunque se enoje Gustavo Costa, es Racing.

¿El mejor técnico que lo ha dirigido? Maradona… y César (Farías) (risas).

¿Riquelme o Maradona? Maradona.

¿Maradona o Messi? Maradona.

¿A quién le va en una final de la Copa del Mundo entre Paraguay y Argentina? (…) Si me ven en Asunción, que gane Paraguay. Sino que levante la copa Messi (risas).

Final de la Copa Libertadores: Cerro Porteño vs. Independiente de Avellaneda. No, que gane Independiente.

¿Su ídolo futbolístico en la posición en la que juega? Mi ídolo siempre fue el argentino Gabriel Milito, multicampeón con Barcelona. Y uno que esté jugando aún, Sergio Ramos, que para mí fue y sigue siendo el mejor central del mundo.

¿El mejor jugador del mundo hoy en día? Para mí siempre va a ser Messi, pero bueno, lo que está haciendo Lamine Yamal es muy llamativo también.

¿Barcelona o Real Madrid? Barcelona.

¿El jugador más bromista en la concentración de Junior? Teo. Está loco (risas).

¿El más dormilón? Puedo ser yo.

¿El más aburrido en las concentraciones? Saludos, Castrillón. Es un anciano en el cuerpo de un nene (risas).

¿Cuáles son los líderes del equipo? Teo y Bacca.