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Santiago Mele se quitó los guantes por un momento para convertirse en el primer invitado del año del programa ‘En La Jugada de EL HERALDO’. El arquero uruguayo, de 27 años, habló un poco de su vida en Barranquilla, de su carrera y del presente del Junior.

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Mele confía en la recuperación del equipo y en que pelearán en los dos frentes que tienen abiertos: Liga I-2025 y Copa Sudamericana. “Vamos a buscar la regularidad que nos permita tener los resultados que queremos, los puntos que queremos y jugar las instancias que queremos, porque Junior este año quiere pelear, quiere salir campeón, quiere jugar toda la Sudamericana, y estamos trabajando para eso”, afirmó.

¿Amañado en Barranquilla?

Yo siempre estoy muy agradecido con Barranquilla por cómo me recibió cada vez que vine, porque la vida quiso que viniera primero con Plaza Colonia a enfrentar a Junior por la Sudamericana y luego con Unión de Santa Fe, que en ese momento clasificamos nosotros y nos tocó dejar a Junior afuera. Y ahora que vine como jugador oficial del Junior. Así que siempre muy agradecido con la ciudad, con la calidez humana que recibo yo y mi familia, eso es algo que valoro mucho.

El destino le estaba indicando que por ahí, por Barranquilla, era el camino a seguir en su vida…

Así es. Aparte que cuando vine por primera vez fue en una etapa clave de mi vida, porque yo venía de terminar un ciclo después de haber estado tres años en Turquía, de haber vuelto a empezar en Uruguay, cambiando muchas cosas en mi vida. Y el segundo partido que juego con Plaza Colonia fue precisamente contra Junior, un partido que fue muy memorable para mí y para la gente. Yo no creo en las casualidades, Dios me puso en este lugar tantas veces por algo. Lo agradezco, lo valoro, y bueno, con ganas de aportarle a Junior lo que puedo aportarle.

Y llegó a reemplazar a un ídolo del club, a su compatriota Sebastián Viera. Duro reto…

Sí, claro. Primero que nada un halago, un halago que piensen en mí para jugar en el lugar que dejó el máximo ídolo de la institución. Yo con ‘Sebas’ (Viera) tengo una relación que viene desde antes de venir a Barranquilla. Ya lo conocía por medio de un profe y ya habíamos intercambiado palabras varias veces. Y nada, siempre voy a estar agradecido también por las buenas referencias que él da cada vez que habla de mí. Saber que él haya hecho las cosas tan bien me permitió a mí estar hoy acá, es algo que también me genera gratitud.

Rafael Castillo VizcaínoEl golero Santiago Mele.

Siempre que se habla de Mele en el fútbol colombiano, si no lo ponen como el mejor arquero del FPC está en un Top 3. ¿Cómo ve la competencia con los arqueros que hay hoy en la Liga?

Yo creo que hay muy buenos arqueros en el fútbol colombiano. Para mí es un halago que me codeen ahí entre los mejores. El hecho de que haya arqueros de la calidad de David Ospina, Álvaro Montero, Andrés Mosquera Marmolejo, Aldair Quintana, entre otros, a uno lo termina potenciando y levanta la competencia. En lo personal, seguir elevando el nivel para darle seguridad y lo mejor de uno al Junior.

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¿En su infancia tuvo a algún arquero colombiano como referente?

Obviamente la mayoría de mis referentes son uruguayos, pero si hablamos de uno colombiano, no es otro que el gran Rene Higuita, que fue un jugador que trascendió fronteras por lo que hizo. David Ospina siempre me encantó como arquero, porque también siento que físicamente tenemos rasgos parecidos, y el hecho de que él haya podido tener una gran carrera en Europa y se haya destacado mucho es algo que incentiva y motiva para también eliminar los tabús de la altura del arquero, que creo que eso con los años se va a ir desmitificando. En mi infancia estuve muy nutrido por arqueros uruguayos que han pasado por el fútbol colombiano, como Lorenzo Carrabs, Nicolás Vikonis, con quien tengo una gran amistad, y el mismo Sebastián Viera. Entonces creo que hay una relación de muchos años entre Uruguay y Colombia si hablamos de arqueros, así que la influencia estaba.

Díganos la verdad. ¿Cuántas camisetas firmadas por Valverde y Araujo le ha tocado traer a sus compañeros en Junior?

(Risas) Nunca me comprometí a traer camisetas, porque si las tengo me las quedo yo (Risas)

¿Cómo es eso compartir con las estrellas del fútbol uruguayo cada vez que lo convocan a la Selección?

Para mí es genial, porque uno se nutre mucho de estar rodeado de esa gente. Al principio uno como que los ve como a una distancia lejana, pero después te das cuenta que son iguales a uno mismo. Y también el compartir con ellos te brinda la posibilidad de entender por qué están donde están, que no es casualidad. Cuando tú ves a jugadores como ‘Fede’ (Valverde) y Ronald (Araujo), que están en los mejores clubes del mundo —Real Madrid y Barcelona, respectivamente— y ves el carácter que tienen y la actitud que le ponen a un simple entrenamiento te das cuenta que es justo que estén donde están. Definitivamente uno aprende mucho de ellos.

Rafael Castillo VizcaínoEl cancerbero Santiago Mele.

¿Alguna vez ha puesto a algún compañero de Selección a ver un partido del Junior en la concentración?

Hay muchos compañeros que por X o Y razón siguen al Junior. Por ejemplo, hace poco Nico Fonseca, que estuvo en River, Borja lo ponía a ver los partidos de Junior y por ahí se hizo fanático del equipo. También ‘Facu’ Torres cuando estaba en el Orlando City con Luis Fernando Muriel. Yo a veces me pongo en la mesa a ver un partido de Junior y la gente de la Selección pasa y me pregunta, les interesa. Lo que pasa es que al jugador uruguayo le encanta ver fútbol.

Imagino que hoy Darwin Núñez también preguntará por el equipo, teniendo la influencia de Luis Díaz en Liverpool…

Sí, sí, sí, yo con Darwin he hablado del equipo. Me dice: ‘Lucho es fanático de Junior, está siempre pendiente’. Incluso puedo decir que él me pidió la camiseta mía y ahí salió un intercambio con la de él del Liverpool. Yo tengo una relación de mucha amistad con él, porque lo conozco hace mucho tiempo.

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Siguiendo por esa línea de la selección uruguaya. ¿Cómo ha sido su relación con Marcelo Bielsa?

Es genial tener a un entrenador como Marcelo (Bielsa), porque tiene la capacidad de mejorar al jugador, de analizar cada detalle, cada jugada que realizas en el campo. Es un estudioso del fútbol, sabe mucho, sabe cómo corregir algunos errores, cómo mejorar algunas cosas que ya uno hace bien. Desde que él llegó a la selección creo que todos los jugadores pueden decir que técnicamente han mejorado, así que yo en ese sentido estoy muy agradecido.

¿Es tan loco como dicen?

Y bueno, es que en el fútbol hay de todo. Él es una persona muy obsesiva del fútbol, que estudia, que sabe, que siempre analiza todo. No hay un partido que él no se vea y capaz que eso se toma como locura.

Cambiando un poco de tema. ¿Qué es lo más barranquillero que ha adquirido Santiago Mele desde que se encuentra acá?

El gusto por la comida (risas). Acá se come muy bien. En temas musicales también le he agarrado el gustito al vallenato. A la champeta todavía no, me cuesta un poco más (risas). Todo lo de esta zona es muy alegre, es muy caribeño, y eso me gusta mucho.

¿Cuál vallenato lo pasa ahora?

Aprendí a querer a Diomedes Díaz, y también me gusta a Elder Dayan, porque ya lo conozco, lo he visto cantar en vivo. Me gusta del vallenato como suena la acordeón, me genera admiración la persona que la toca. No debe ser fácil.

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Se viene el Carnaval, una fiesta importante en la ciudad. Ya usted estuvo el año pasado. ¿Cómo le parece el ambiente que se vive?

Yo no pude experimentar nada del Carnaval pasado porque estábamos concentrados. En ese momento vivía donde pasaba, cerca, no me acuerdo por cuál cuadra, y vi que había mucho movimiento, pero la realidad es que no experimenté nada del Carnaval. Y este año voy para las mismas, porque tenemos el partido contra el América ahí cerca. Lo volveré a mirar por fotos (risas). De pronto ir al concierto de Shakira, ojalá, estaría bueno.

Metiéndonos ya en el tema deportivo. ¿Cómo ve este junior 2025?

Yo creo que en la pretemporada hicimos una muy buena preparación física que todavía no se ha trasladado a los resultados que buscamos adentro de la cancha. Considero que esto no es un sprint, sino una maratón. Acá lo que importa es ser regulares, tratar de ser un equipo constante. Sabemos que todavía nos falta para llegar al nivel que queremos, pero una vez que lleguemos tenemos que sostenerlo. De nada no nos sirve tener un pico alto sino no podemos sostenerlo. Vamos a buscar la regularidad que nos permita tener los resultados que queremos, los puntos que queremos y jugar las instancias que queremos, porque Junior este año quiere pelear, quiere salir campeón, quiere jugar toda la Sudamericana, y estamos trabajando para eso.

Rafael Castillo VizcaínoWilliam González, Santiago Mele, Rafael Castillo e Isaac Barrios en la entrevista.

¿Cómo palpita lo que será su primer clásico ante Unión en el Sierra Nevada de Santa Marta, un estadio que va a hacer sentir muy visitante al Junior?

Me encanta, me encanta que sea así, obviamente va a haber un clima hostil, porque vamos a ir de visitantes, pero la realidad es que esos partidos son los que más nos gusta como jugadores, así que con muchas ganas, con mucha expectativa y con ganas de regalarle una victoria a la gente juniorista.

¿Le han hablado de la cancha, del ambiente que se vive allá en un clásico?

No, pero igual he visto videos de la cancha, del ambiente. Es algo que es normal, obviamente es un clásico, se vive con intensidad y eso es lindo. A mí como jugador me gustan ese tipo de partidos.

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¿Cómo ha sido su relación con César Farías y qué concepto tiene de él como entrenador?

Yo siempre con todos los técnicos he tenido muy buena relación y con el profe no es la excepción. Lo tengo en un muy buen concepto. Acá hay un gran clima de trabajo, hay ganas y calidad, entonces yo creo que se van a dar los resultados más temprano que tarde.

¿Qué sienten el jugador cuando se lanzan, a través de las redes, acusaciones como que hay mal ambiente y que están peleados con el entrenador?

Bueno, la verdad no sé a qué te referís, pero hay cosas que uno tiene control y hay cosas que no. Las cosas que uno no tiene control es mejor dejarlas y enfocarse en lo que uno sí puede controlar. Yo puedo controlar mi bienestar, mi rendimiento, mi mente, y me enfoco en eso. Así que yo creo que el jugador de fútbol de hoy en día tiene que tener un trabajo mental sobresaliente porque hay muchos estímulos, muchas distracciones que uno tiene que saber gestionar.

¿Cómo ve actualmente la relación con el hincha rojiblanco? ¿Cómo hacer que la gente acompañe más al equipo en el estadio?

Tampoco lo sé. Lo único que yo puedo decir es que nosotros como jugadores sabemos que tenemos la obligación de ganar, porque Junior es un equipo grande. Pero más allá de que tengamos la obligación, queremos ganar. Y odio perder. El otro día contra Águilas la sensación que sentíamos fue de derrota, por más que lo hayamos empatado al final. Confiamos en que a medida que los resultados se den, la gente va a ir. Allá los esperamos, siempre serán bienvenidos.

Rafael Castillo Vizcaino El uruguayo Santiago Mele.

¿Cómo vio los cambios en la defensa?

Bueno, yo creo que siempre cuando se termina un torneo y comienza otro hay cambios, y uno tiene que adaptarse, porque la vida del jugador tiene mucha incertidumbre, tanto uno mismo que nunca sabe si va a estar, si no va a estar, como el hecho de qué jugadores van a seguir o no. En mi caso, yo había construido una linda amistad con ‘el Turro’ (Olivera) y con Nico (Zalazar), pero ajá, esa es la regla del juego, hay que entender que hay ciclos que empiezan y otros que terminan. Los jugadores que vinieron, la verdad, transmiten una jerarquía buenísima, tanto Dani (Rivera), como con Javi Báez y como Cuenú. Todos se están adaptando de una manera genial. Yo siento que hay buena madera. Obviamente que necesitan tiempo, pero creo que en estos primeros partidos han tenido un rendimiento aceptable, que van a seguir elevándolo.

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En Argentina se hablaba mucho de sus campañas, de sus obras benéficas, que las hacía muy silenciosamente. ¿Cómo ha manejado eso acá en Barranquilla?

Acá fantástico, la verdad. Recibí muy buena receptividad de la gente, de Junior cuando les planteé la misma idea, porque es algo ya viene conmigo. Yo cuando firmo un contrato trato siempre de involucrar el tema. Acá lo hablé y les encantó la idea y hasta pudimos subirlo de nivel, porque tanto en Plaza Colonia como en Unión de Santa Fe se manejaba unos montos inferiores. Acá se potenció muchísimo, y capaz que no se ha filtrado mucho porque acá sí que lo hemos hecho en silencio. Gracias a Dios, y también a la Fundación Tecnoglass, que nos está acompañando, hemos podido robarle muchas sonrisas a la gente más necesitada. Y nada, con muchas ganas de seguir sacando arcos en cero y seguir atajando penales para acumular más premios y así poder seguir haciendo cosas bonitas.

Una de las cosas que leí sobre esas obras benéficas en Argentina es que usted dedicaba un porcentaje de su sueldo a esas campañas. ¿Es así?

No, lo que se hace, por ejemplo acá en Junior, es que cada vez que yo saque un arco en cero o atajo un penal se acumula un monto importante que después, cuando yo quiera, se traslada como donación hacia algún lugar que necesite ayuda. Lo hemos hecho, por poner un ejemplo, en ‘Casa Andrea’, que es un hogar para nenes que necesitan tratamientos para combatir el cáncer. Hemos podido, gracias a eso, donar aires acondicionados, porque estaban en una casa que no tenía buena ventilación. Nosotros fuimos y nos cagamos de calor. No hay nada mejor que ver la sonrisa de un niño, eso me mueve mucho, porque yo en algún momento estuve en su lugar y soñé, como ellos, en ser alguien en la vida. En mi caso, ser jugador de fútbol, ser arquero de la Selección. Debo decir también que muchas veces se me adjudica a mí el logro, pero para sacar un arco se necesita del trabajo de todo el equipo, entonces también hay que agradecerles a ellos.

¿Cómo fue su niñez?

Yo fui un niño feliz, se puede decir. Gracias a Dios nunca me faltó nada. Me crié con mi madre, con mi abuela, mujeres trabajadoras que siempre me dieron todo. Siempre estaba detrás de una pelota. Iba a la escuela con ella y llegaba a mi casa y me ponía a jugar. El fútbol siempre estuvo muy relacionado en mi vida, al punto de que cuando yo empecé a jugar al fútbol a los 6 años en Uruguay, mi mamá se convirtió en la presidenta del equipo y mi padrastro era el técnico. Así que el fútbol para mí es algo familiar.

¿Y siempre fue arquero? ¿Nunca intentó otra posición?

Siempre, siempre. El primer día que fui al equipo de ‘baby fútbol’ lo primero que le dije al técnico era que quería ser arquero. Aparte no había arquero, nadie quería atajar, a los seis años todos quieren hacer goles. Yo lo primero que dije fue, ‘yo quiero ir a atajar’. Además, después me convertí en el hijo de la presidenta, entonces era inamovible, jugaba porque jugaba (risas). Quizá por ahí un día se me daba la loca idea de probar en otra posición, pero volvía al arco, porque es mi pasión.

¿Cómo le va manejando en las calles de Barranquilla?

Bueno (…) ¿Podemos cambiar el tema? No, mentira (risas). Al principio fue una locura. Yo decía: ¿dónde estoy? ¿Estoy en la India? (risas). Era literalmente la selva… sálvese quien pueda (risas). Pero ahora ya soy un costeño manejando. Toco bocina por cualquier cosa, meto el auto de vivo y cosas así (risas). Cuando llegué me ofendía, porque en Uruguay no se toca bocina. O sea, uno toca bocina muy rara vez o cuando es para pelearte con otro. Acá es tipo, la bocina es natural.

¿Qué es lo más loco que ha vivido en Barranquilla?

El hecho de llegar a los seis meses y haber salido campeón, y ver ese poco de motos cuando llegamos. Nunca vi tantas motos juntas en mi vida como ese día en la caravana. Yo grababa con el teléfono para después mostrarlo en Uruguay (risas), no lo podía creer. Hay muchas cosas que yo admiro de la cultura colombiana, porque son muy relajados, son muy descomplejados. En Uruguay vos querés hacer un trámite, querés instalar wifi en tu casa y tenés que ir a una hora determinada a pedir un número (una ficha), después te mandan a otra oficina que te llaman. Acá una de las cosas que me sorprenden es lo práctico que es todo. Vos necesitas solucionar algo y tenés a alguien que te hace la vuelta. Es muy fácil vivir acá, muy cómodo.

¿Barranquilla, como ciudad, ha cumplido sus expectativas?

Yo no tenía ninguna expectativa antes de venir, pero siento que en mi vida he tenido una escala ascendente tanto de clubes como de calidad de vida. Y en Barranquilla siento que mi calidad de vida ha mejorado bastante. A mí me pasa a veces que me acostumbro tanto a cómo es la gente acá, que cuando voy a Uruguay y me pasa algo digo: ‘¿Por qué me tratan mal si no hice nada?’. Acá la gente es tan cálida que a veces vas a Uruguay y parece que te tratan mal. Después me acostumbro de nuevo a Uruguay. Pero siento que sí, que es una ciudad muy bonita, muy fácil de vivir y tanto mi mujer como yo estamos muy contentos.

¿Cómo le ha ido con la ‘mamadera de gallo’ del barranquillero?

Yo aprendí acá a reírme y a reírme de mí mismo, a reírme de los demás. A veces nos tomamos las cosas muy en serio y es bueno descontracturar un poco, y creo que Barranquilla es terapia de choque en ese sentido.

Envíele un mensaje de positivismo a la hinchada, que lo necesita mucho teniendo en cuenta el irregular comienzo en la liga…

Primero gratitud, gracias a los que creen, a los que están siempre apoyando, eso se valora mucho. Y bueno, de nuestra parte está el compromiso, están las ganas de ganar, las ganas de que Junior gane, las ganas de que Junior esté donde se merece estar, y el trabajo y el compromiso. Ojalá les pudiéramos garantizar resultados y arcos en cero, pero esas cosas no se pueden prometer. Lo que sí se puede prometer es el esfuerzo, y el esfuerzo lo estamos haciendo. Confiamos en Dios que los frutos se van a ver. Así que… ¡Vamos arriba!