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Nadie se puede desmarcar del tema. No deben gambetearlo. La violencia alrededor del fútbol colombiano está ganando por goleada. Las barras siguen haciendo y deshaciendo sin que exista una forma efectiva de controlarlas.

El fin de semana pasado nuevamente hubo escenas lamentables, tristes y repudiables. La hinchada del Atlético Nacional, que abarrotó las tribunas del estadio El Campín, de Bogotá, para el partido contra Fortaleza FC, protagonizó varios incidentes en el ingreso al escenario y ya estando en las tribunas. Un aficionado fue lanzado del primer al segundo piso en medio de enfrentamientos entre los mismos seguidores verdes.

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La ola de agresividad e irracionalidad crece y se refleja en todas las plazas del país. No es un tema exclusivo de un solo equipo o una sola ciudad.

LA PEOR PRIMERA VEZ

En Barranquilla, por ejemplo, no todo fue felicidad en la victoria de Junior 3-1 ante América, el domingo en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Lamentablemente nunca falta el desadaptado, el inconsciente, el vándalo disfrazado de hincha. Además de la golpiza a la que fue sometido un supuesto seguidor escarlata en las afueras del escenario antes del juego, se vivieron momentos de tensión y temor en las tribunas porque algunos revoltosos estuvieron más pendientes de buscar ‘Diablos Rojos’ infiltrados en las tribunas que del mismo desarrollo del partido.

Y en medio de ese ambiente pesado que se respiraba en las graderías, una persona inocente, que asistía por primera vez al ‘Metro’ para a ver a su Junior, resultó herida en su rostro por una lata que lanzaron desde la zona donde se ubica la barra Los Kuervos, parte alta de oriental.

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“Invité a mi mamá al estadio para ver Junior vs. América, era la primera vez que iba al ‘Metro’, pero Los Kuervos le dañaron la experiencia. Tiraron una lata de cerveza en medio de la celebración del primero gol y le partieron la cabeza”, contó Éber Otero, hijo de la afectada con el irracional festejo de los barristas.

A través de la red social X, Otero y su esposa relataron todo lo sucedido con la señora en su estreno oficial en el estadio como fanática del ‘Tiburón’.

“¡Qué decepción! La Policía pintada, no controla nada; la Alcaldía de Barranquilla permitió la entrada de unos desadaptados qué no le aportan nada al fútbol. Mi mamá, que hoy estrenaba la camisa, se vio manchada de sangre por culpa de unos completos idiotas”, se desahogó Otero.

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“Mi esposo le dio a su mamá la experiencia de ver a Junior por primera vez en el Metropolitano. Nosotros estábamos en oriental baja. En la parte alta, la barra de Los Kuervos, desde el comienzo, estaba hostigando personas y tirando objetos. Hasta que tiraron una lata y le partieron la cabeza a mi suegra de 62 años”, narró la esposa de Éber Otero.

“Señores de la barra Los Kuervos su actuar está muy alejado del apoyo a un equipo y más cercano a la violencia, que hoy ejercieron sobre una señora que no había hecho nada más que querer cumplir un sueño”, agregó la señora de Otero.

MUCHA TENSIÓN

La entrada de aficionados del América estaba prohibida para este partido por la violenta rivalidad que existe entre las barras bravas de ambos clubes. Miembros de esos grupos radicales tuvieron el atrevimiento de enviar a niños y adolescentes a pedirles la cédula a personas que no tenían camiseta de Junior para ver si eran oriundos de Cali.

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Si comprobaban que se trataba de seguidores del América, llegaba un grupo de barristas de mayor edad a agredirlos. Ese entorno enrarecido hizo que muchos junioristas tomaran a sus hijos de la mano y prefirieran salirse del estadio apenas se acabó el primer tiempo.

Varios padres de familia denunciaron este tipo de situaciones a través de las redes sociales de EL HERALDO. Incluso, contaron experiencias vividas en los anteriores compromisos.

“En el partido vs. Pereira, por el cierre de la tribuna occidental baja, nos enviaron a oriental baja. Al momento de la tercera anotación de Junior, se produjo una caída incesante de objetos desde la parte alta de oriental, y un hielo golpeó uno de los ojos de mi hijo de 10 años, produciéndole un corte. Por la gracia de Dios no tuvo consecuencias peores. No puede ser que un espacio de esparcimiento y alegría se convierta en un suplicio”, relató uno de los fanáticos en X.

También se denunció que existe desmesurado consumo de licor y estupefacientes.

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La barras de Los Kuervos se encuentran ubicada en la tribuna de oriental mientras se cumple la sanción de seis fechas que le impusieron al equipo tiburón con el cierre de las tribunas occidental y norte por los graves incidentes que se presentaron entre barristas de Junior y Atlético Nacional, en el estadio Atanasio Girardot, de Medellín, el pasado 26 de septiembre.

“NECESITAMOS QUE LA DIMAYOR ESTABLEZCA REGLAMENTACIONES CLARAS”: YESID TURBAY

Yesid Turbay, jefe de la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Distrito, solicitó ayer a la Dimayor, “como dueño del espectáculo”, que estipule “medidas claras”, para evitar que se sigan presentando hechos de violencia en los estadios del balompié colombiano.

El funcionario, que a través de la entidad que lidera hace parte de la Comisión Local para la Seguridad, Comodidad y Convivencia del Fútbol Profesional, se refirió a los incidentes que se presentaron antes, durante y después del partido Junior-América.

“Es un tema que corresponde a la Comisión Local del Fútbol, en cabeza de nuestro secretario de Gobierno (Nelson Patrón), pero podría decir: más de 700 policías, inspectores, comisarios y logísticos del Junior necesitamos, definitivamente, de la materialización de todas unas reglamentaciones, que la Dimayor establezca unas condiciones claras para poder desarrollar un espectáculo como el fútbol, que es una aglomeración compleja, donde tenemos más de 40.000 personas, donde hoy en día vemos al estadio Metropolitano solo funcionando con dos tribunas, donde se mezclan los barristas, donde tenemos dos barras que supuestamente no pueden estar unos con los otros. Y nos preguntamos, ¿dónde están los ciudadanos de bien que quieren ir a un estadio en familia? Esa pregunta hay que hacerla a estos señores barristas. ¿Dónde van los ciudadanos de bien? ¿Dónde van las familias?”, comentó Turbay, luego de una rueda de prensa en el Comando de la Policía.

CINCO AÑOS SIN ENTRAR AL ESTADIO

“Necesitamos unas reglamentaciones claras”, insistió el secretario Distrital. “Nosotros estamos tomando las medidas. Desde el momento cero del partido Junior-América, identificamos a uno de estos barristas que agredió a una conciliadora del Ministerio del Interior, afectándola físicamente en su rostro. Se le está adelantando todo su proceso a través del Ministerio del Interior, a través de la Secretaría de Gobierno, a través de las herramientas que trae la Ley del Deporte para impedir que individuos como este asistan a un espectáculo de familia como es el fútbol”, agregó Turbay haciendo alusión al integrante de la barra de Los Kuervos que el Ministerio del Interior, de la mano de la Comisión Local, sancionó con cinco años sin ingresar al estadio Roberto Meléndez.

Gabriel Rondón, viceministro del Interior para el Diálogo Social y Derechos Humanos, dio a conocer el castigo para el barrista, que agredió verbalmente a unas mujeres asistentes al partido y a una gestora del Sistema Nacional de Convivencia para la Vida.

“La gestora, quien solicitó respeto (para las otras damas), resultó agredida en su rostro por este hincha”, contó el Ministerio del Interior a través de su cuenta en X.

“Este tipo de violencia no puede ser tolerado en nuestros estadios. Debemos rechazar estas conductas. Es crucial enviar mensajes claros contra la violencia en los estadios. Todos los tipos de violencia contra las mujeres deben ser condenados”, dijo Rondón.

Yesid Turbay lanzó unas palabras en el mismo sentido. “Nosotros queremos que el fútbol sea una fiesta familiar y debemos trabajar para que esta fiesta familiar se pueda realizar con todas las tranquilidades. No puede ser que nosotros vayamos a ver un espectáculo, llevemos a nuestros hijos y terminemos con una puñalada en el cuello. Definitivamente a estos señores que se hacen llamar barristas, que otros podrían llamar vándalos, porque quien va a apuñalear, a golpear y a lastimar a una persona quizás hasta la muerte, ¿cómo lo podemos llamar?... tienen que moderar sus comportamientos”, manifestó el jefe de Seguridad y Convivencia Ciudadana.

“Nuestra intención, de la mano del Gobierno Nacional, es tomar los correctivos. Pero igualmente invito a nuestra División Mayor de Fútbol Colombiano (Dimayor) a tomar las medidas claras que eviten que se sigan presentando estas situaciones en el interior de los estadios, teniendo en cuenta que ellos son los dueños del espectáculo”, agregó Turbay.

MININTERIOR PREPARA CÓDIGO ANTIVIOLENCIA EN EL FÚTBOL

Rondón habló con EL HERALDO y aseguró que el Ministerio del Interior ya ha “sostenido 45 reuniones con organizaciones de barras de todo el país” y prepara una normativa que reúna aportes de absolutamente todos los actores involucrados en el balompié nacional.

“Nosotros vamos a presentar el próximo año la propuesta de un código para erradicar la violencia en el fútbol. Eso significa que tendríamos unas reglas más claras. Ahí estarían estipuladas unas sanciones a las personas que cometan algún delito o alguna acción en contra de la convivencia en el interior y fuera de los estadios”, aseguró Rondón.

“En la elaboración de ese proyecto estamos llamando a los periodistas deportivos, a la Dimayor, a la Federación, a las asociaciones de futbolistas y a todas las barras. Estamos empezando a reunirnos para obtener información de todas las partes y tener algo más robusto”, agregó.

El viceministro también contó que el Ministerio del Deporte trabaja en un proceso para registrar e identificar a todos los aficionados que compren boletas e ingresen a los estadios. Algo que ya se intentó hacer desde la Dimayor en 2017, bajo la presidencia de Jorge Enrique Vélez, con el famoso “enrolamiento”, por el cual se cobró una cifra ($11.900) a cada aficionado que se inscribía, pero finalmente no se carnetizó a nadie ni se devolvió el dinero que se captó. El tiempo y la platica se perdieron. Ojalá esta vez sí se concreten todas las acciones. ¿Qué más debe pasar para ponerle freno a la violencia en el fútbol?