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Una sonrisa se tatuó en el rostro de Santiago Mele. El uruguayo, que de por sí siempre anda entusiasmado y cordial, multiplicó su felicidad con la conquista del décimo título de la historia de Junior tras superar al Deportivo Independiente Medellín en definición por tiros desde el punto penal (5-3), luego de que se perdiera el partido 2-1 durante los 90 minutos.