Misión cumplida. Junior no fue inferior al reto, sacó su casta, derrotó 2-0 al Deportivo Pereira, este miércoles en el estadio Hernán Ramírez Villegas, y quedó a un paso de la clasificación a los cuadrangulares semifinales de la Liga II.
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Ganándole al Atlético Huila, en el estadio Metropolitano la próxima semana, asegurará su tiquete a la fiesta de fin de año. Carlos Bacca y Andrés Steven Rodríguez anotaron los tantos del valioso triunfo en la penúltima fecha del torneo.
Junior, con un ‘Cariaco’ González inspirado en la conducción del balón, hizo un primer tiempo correcto. Planteó un partido con equilibrio. Fue precavido, ordenado, colectivo, solidario y seguro en su labor defensiva, pero sin encerrarse ni dejar de buscar el arco contrario.
Se mantuvo atento ante los acercamientos ofensivos del rival y ante los espacios y falencias que le dejaba en la zona posterior. No sufrió el primer período y se puso en ventaja en uno de sus contragolpes profundos al minuto 18, gracias a una salida limpia y precisa, concluida con un centro exacto de Déiber Caicedo y una resolución contundente de Carlos Bacca.
El porteño ‘le echó tiza’ a sus guayos, definió con la efectividad que le faltó en el partido ante Once Caldas y se reivindicó ante la afición.
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A Pereira le costó penetrar a los rojiblancos, que hacían obedientes su línea de cuatro y presionaban con agresividad en los duelos individuales.
Solo hasta el minuto 33 pudo acercarse con algo de peligro el cuadro matecaña a través de un remate de Arley Rodríguez que controló Santiago Mele sin dar rebotes.
Y es que cuando Pereira conseguía superar el bloque defensivo de los rojiblancos, apareció Mele rechazando con sus guantes un par de disparos de Johan Bocanegra.
Estuvo más próximo el segundo gol de Junior que el empate del Pereira. Caicedo casi lo logra, pero su remate, tras una escapada en solitario, se estrelló en el palo diestro de Aldair Quintana.
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En el segundo período, Alejandro Restrepo hizo tres modificaciones y le dieron un nuevo aire a su equipo, especialmente el ingreso de Yesus Cabrera, que agregó más posesión del balón. Los ‘Matecañas’ aparecían con más riesgo a través de centros, asociaciones y pelotas quietas, aunque sin generar situaciones de gol nítidas. La mejor fue un tiro libre de Carlos Ramírez.
Mele, una de las figuras del partido, continuó despierto y brindando seguridad ante cada acercamiento, al igual que sus compañeros en la zaga. Jermein Peña y Emanuel Olivera no se complicaron ni se descuidaron.
Junior perdió algo de control del balón, bajó más sus líneas y hubo instantes de incertidumbre, más que todo por la estrechez del resultado. Se temía que en cualquier parpadeo, el local, que empezó a jugar con 10 hombres al minuto 71 por la expulsión infantil de Maicol Medina al agredir con codazo a 'Cariaco', se igualara el marcador.
Los cambios también generaron preocupación. La salida de ‘Cariaco’ González, que se veía lúcido y fresco, para darle paso a Léider Berrío, no parecía la mejor decisión. Tampoco la demora para enviar a José Enamorado en lugar de Vladimir Hernández.
Sin embargo, el equipo tiburón, a pesar del gol que desperdició Berrío tras pase de Enamorado, sostuvo su arco en cero y encontró por fin el gol de la tranquilidad en la agonía del duelo a través de un penalti que le cometieron y que ejecutó ‘Tití’ Rodríguez. El acertado cobro selló una victoria que vale oro y que deja todo servido para clasificar en la última fecha.
Junior no estaba muerto ni de parranda. Sacó la jerarquía y está más vivo que nunca.
