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Sigue la alianza con el gol, con la victoria, con el buen fútbol. Junior volvió a dar una muestra de calidad y poder ofensivo al derrotar 5-1 al Alianza Petrolera, este jueves en el estadio Daniel Villa Zapata, de Barrancabermeja, en la undécima jornada de la Liga II.

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No se repitió el 7-1 ante Unión Magdalena porque el equipo sacó el pie del acelerador en el tramo final del partido, porque Arturo Reyes empezó a refrescar el equipo pensando en el juego del domingo ante Atlético Nacional y porque el local se mantuvo precavido (y hasta hizo cambios defensivos) tratando de evitar una paliza mayor.

El marcador evidencia lo que sucedió en la cancha, Junior fue infinitamente superior a su adversario de principio a fin. Con rendimientos individuales altos de todos sus hombres, se hizo imparable.

Paso de todo en el primer tiempo. A los 6 minutos, Junior ya estaba perdiendo 1-0 por un penalti de Jermein Peña sobre Jesús Muñoz. Quedó para la polémica si fue adentro o afuera el empujón del samario contra el veloz extremo petrolero.

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Sebastián Acosta ejecutó con acierto desde los doce pasos y Alianza descorchó el marcador. El tanto pellizcó a los dirigidos por Arturo Reyes. De inmediato se fueron en busca de la igualdad.

Parece que el gol anfitrión presionó el botón de ‘power’ y el colectivo rojiblanco (que ayer fue azul porque estrenó su nuevo uniforme de visitante) se encendió. Todas las líneas entraron en acción y desplegaron la ofensiva que derivó en la igualdad, un gol de cabeza de Brayan Ceballos, que evidenció que va bien en el juego aéreo, y en la ventaja, un cabezazo de ‘Cariaco’ González tras un rechazo del portero Pier Grazziani ante un riflazo de Bacca.

Junior asumió el control del juego, tocaba a placer y en busca de la portería rival. Ambicionaba más y atacaba sin cesar. En esa generosidad ofensiva, se presentó una jugada en la que lo tomaron mal parado y Alianza empató a través de un tanto de Andrés Rentería. Afortunadamente para los rojiblancos solo fue un susto. El VAR alertó sobre una clara falta contra Wálmer Pacheco en una acción previa y el el 2-2 se esfumó.

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Junior siguió ganando y elevó la cuenta 3-1 en una inspiración de Déiver Caicedo. Enamorado, en medio de un patadón de Sebastián Acosta que le pudo haberle significado una grave lesión, alcanzó a hacer un cambio de frente que Caicedo rescató demostrando su calidad técnica, a pesar de tener una marca encima. El extremo nariñense redondeó su faena con una asistencia de cirujano a Carlos Bacca, que aprovechó para marcar sin problemas.

Del sobresalto del 2-2 pasajero a ganar 3-1. Y el viento se puso totalmente a favor del ‘Tiburón’ cuando el árbitro revisó en el VAR la falta de Acosta sobre Enamorado y decidió expulsarlo. Era para roja directa, pero el réferi le mostró la segunda amarilla (ya estaba amonestado).

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Junior comenzó el segundo tiempo como terminó el primero, afianzado en el campo y en su forma de juego. Tenía claro su idea, había un libreto, un norte.

Entró tranquilo a tocar con movilidad, con criterio, con precisión. No le prestaba la pelota al Alianza y profundizaba en el momento justo, cuando hallaba un espacio y la mejor oportunidad.

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Por eso ‘Cariaco’ festejó su segundo tanto de cabeza en el compromiso, en una escapada por izquierda de Herrera ante un pase de Bacca.

Hasta Gonzalo Lencina, que andaba con la pólvora mojada, anotó su primer gol con la rojiblanca al empujar casi en la raya una pelota que el arquero rechazó tras un remate de Caicedo.

Lencina fue uno de los jugadores que ingresó para darle descanso a los estelares. Ya el daño estaba hecho, ya ‘el Tiburón’ había mostrado sus dientes, ya había mordido la victoria, ya había ratificado su apetito voraz.