Llegó el ‘ecuador’ de la Liga I-2023 y las cifras no son nada esperanzadoras para Junior, que, jugados 10 partidos y con 10 por delante —para que termine el ‘Todos contra todos’—, se ubica en la penúltima casilla del torneo con tan solo ocho puntos de 30 disputados, con las mismas unidades del último, el Cali, y a cinco del octavo lugar, el Tolima.
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Lo del equipo rojiblanco en este primer semestre del año, hasta el día de hoy, es paupérrimo. No da ‘pie con bola’ en ningún escenario, ocupando la decimosexta posición en la tabla de locales y la decimonovena en la de visitante.
El balance en general, hasta el momento, es de un triunfo, cinco empates y cuatro derrotas. Siete goles a favor y once en contra.
En el Metropolitano, en cinco partidos, acumula un triunfo, tres empates y una derrota, para solo embolsillarse seis puntos de los 15 que ha disputado. Rendimiento del 40%. Mientras que lejos de casa solo ha obtenido dos puntos de 15 posibles, para un 14% de productividad.
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Hoy, por juego y por puntos, la clasificación se ve lejísimos, por no decir que imposible. Los rojiblancos necesitan una reacción inmediata si quieren seguir soñando con estar en los cuadrangulares semifinales.
Tomando como referencia los últimos cinco torneos cortos, donde el último clasificado se metió con 29 —en tres oportunidades—, 31 y 32 puntos, los rojiblancos deberán llegar a las 30 o 31 unidades para intentar asegurarse el tiquete a la ‘fiesta por el título’. Hoy poseen ocho puntos y tienen 30 en juego. Necesitan, en teoría, sumar 22 unidades, es decir, ganar los 15 puntos que le restan de local y arañar siete por fuera. Tarea nada fácil, viendo la realidad de un equipo que muestra muy pocos síntomas de mejoría.
