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Mientras todos los jugadores y el cuerpo técnico de Junior pasaban con la cabeza gacha, incluyendo al entrenador Julio Comesaña, quien dijo 'no es el lugar para hablar', el arquero y capitán del equipo, Sebastián Viera, dio la cara y sí accedió a hablar, al retornar a Barranquilla, sobre la derrota ante Millonarios en la final de la Copa Colombia (2-0).