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Se reactivó el estrés. No duran mucho los días de tranquilidad y felicidad en el ambiente rojiblanco. Cuando todo parece marchar y encarrilado en la ruta victoriosa, ¡pum! Un golpe que desinfla el entusiasmo. En medio de la irregularidad del equipo, se pasa muy rápido de la ilusión a la decepción, y viceversa.

Acaba de pasar con la derrota 2-1 ante Once Caldas, con el estadio Metropolitano repleto y en efervescencia por la celebración de los 98 años de existencia del club. Ese inesperado tropezón futbolístico, que dejó al equipo como uno más del montón en la tabla de posiciones, y la pésima logística de ingreso al estadio, la cual el club se comprometió mejorar a partir de hoy, bajaron la fiebre rojiblanca que se empezaba a esparcir por la ciudad y que se vio reflejada con las graderías abarrotadas.

Después de la amargura de ese cumpleaños infeliz, los ‘Tiburones’ requieren volver a saborear el dulce sabor del triunfo en el partido contra Medellín, este sábado a partir de las 7:45 p.m., en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en la séptima fecha de la Liga II.

La necesidad de victoria es urgente. Los dirigidos por Juan Cruz Real no pueden alejarse más de los puestos de vanguardia (en el actual torneo y en la reclasificación). Requieren reivindicarse rápido, recuperar la confianza de sus hinchas y llegar fortalecidos anímicamente al juego de vuelta contra Nacional en la Copa Colombia (jueves 8 p.m.).