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Aunque Alejandro Char ha insistido en que Junior compró el 100% de los derechos de Miguel Borja, Juan Pablo Pachón, representante del goleador, explicó que el cuadro tiburón adquirió los derechos federativos (que son indivisibles y permiten inscribir y disponer del jugador) y 50% de los derechos económicos.

Palmeiras quedó con un 50% que le permite recibir la mitad del monto en caso de una futura transferencia del atacante a otra escuadra. Pero ya no puede exigir el regreso de Borja ni negociarlo sin pedirle permiso a Junior.

Cuando Junior vendió los derechos federativos y un porcentaje de los económicos de Yimmi Chará al Atlético Mineiro, no podía hacer regresar al extremo cuando el cuadro brasileño incumplió los pagos.

Ya el Mineiro tenía los derechos federativos y podía disponer del jugador a pesar de la deuda contraída con los rojiblancos. Por eso lo negociaron sin problemas al Portland Timbers de la MLS.

Mientras Junior demandaba ante la Fifa para procurar que Mineiro pagara el dinero pendiente (un caso que después ganó, y con dinero extra por intereses y sanciones por daños y perjuicios), los brasileños lo transfirieron a territorio estadounidense (traspaso que también le generó dividendos a Junior por los derechos económicos).

Con esa lección aprendida, los ‘Tiburones’ negociaron a Víctor Cantillo al Corinthians de Brasil, pero con una cláusula que indicaba que los derechos federativos solo se transferían cuando ‘el Timao’ pagara la totalidad del monto del traspaso en los plazos señalados para tal efecto.

Por eso en algún momento, cuando Corinthians parecía no poder pagar a Cantillo, existió la posibilidad de que retornara a Junior. Si no hubiese cancelado en las fechas previstas, el club rojiblanco hubiera podido exigir de inmediato el regreso del volante.

Finalmente Corinthians, con esa cláusula exigida por Junior, no tuvo otro camino que pagar para no perder al futbolista.

En conclusión, el que tenga los derechos federativos, tiene la ficha del jugador.

Los derechos federativos no se pueden dividir como los económicos porque el jugador solo puede inscribirse en un club (no en varios al mismo tiempo).

Los económicos sí se pueden dividir entre los clubes que hacen el traspaso, no con personas e instituciones ajenas.

En el caso de Luis Díaz, Junior ya no tiene los derechos federativos, que fueron vendidos al Porto, pero conserva un 20% de los derechos económicos, en caso de una futura venta.

El cuadro portugués, de común acuerdo con Díaz, será el que decida si lo transfiere a Liverpool o cualquier otro equipo del mundo. Junior solo esperará y recibirá una porción del 20% del monto en que sea traspasado.