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Nadie en el fútbol es imprescindible. Si no está uno, juega el otro. Punto. Así de sencillo, el show debe continuar. El balón sigue rodando, las competencias prosiguen. Los hombres pasan, las instituciones quedan. Sin embargo, es innegable que existen jugadores difíciles de reemplazar y que cuando se marchan dejan una estela que resulta imposible de borrar.

Sucedió en Junior con Iván René Valenciano cuando se marchó al Atalanta de Bérgamo y al Veracruz de México. El impresionante poder goleador del ‘Bombardero’, que ahora sigue disparando con todo y a cualquier lado en su rol de comentarista de Espn, todo lo que tocaba lo convertía en gol y fue complicado el desafío de sucederlo tras sus dos períodos exitosos con la rojiblanca. Dejó la vara muy alta.

A todos los que venían con el reto de ocupar su puesto, de alguna manera, la gente les reprochaba que no tuvieran el arco en la frente y el remate tan potente y certero como el de Valenciano. Lo extrañaban.

También pasó con otros jugadores de otras épocas y recientemente con Víctor Cantillo. La forma en que el flaco magdalenese robustecía y clarificaba el mediocampo de Junior siempre se echa de menos.

Cuando todo estaba oscuro y derrumbándose, Cantillo aparecía con su brújula y linterna para señalar y reconstruir el camino. 'Es el arquitecto del Junior', dijo alguna vez el técnico Julio Avelino Comesaña.

Por más que unos pocos críticos constantemente le endilgaran carencias en su dinámica y escasa asiduidad para pisar el área, el ahora volante del Corinthians, que nunca perdió la titular en Junior desde que se la ganó, ampliaba las posibilidades para sostener y profundizar el balón con su calidad y cabeza fría.

Su fútbol se tatuó en el corazón y la memoria de la hinchada juniorista, que suele recordarlo cuando en el mediocampo no aparecen soluciones para brindarle salidas al Junior actual.

Sin embargo, en las últimas semanas no se ha mencionado tanto su nombre porque Didier Moreno y Larry Vásquez, que tienen características físicas y futbolísticas distintas a Cantillo, han empezado a afianzarse en la alineación estelar del equipo tiburón.

Los dos volantes vienen cumpliendo un papel protagónico en el elenco dirigido por Luis Amaranto Perea, cuyas últimas presentaciones han sido para aplaudir, más allá del resultado.

La puesta en escena del colectivo ha mejorado con las destacadas actuaciones individuales de ellos dos, que se combinan de gran manera para respaldar permanentemente a la defensa y al ataque. Siempre están cerca de la trinchera y de los artilleros. Son escoltas de Viera y de Borja. Pisan las dos áreas con gran efectividad.

La pareja inicialista en la mayor parte de la temporada ha sido integrada por Fabián Ángel y Didier Moreno. No lo hacían mal. La lesión que sufrió el juvenil boyacense en el partido ante Santa Fe (1-1), en la jornada 15 de la Liga, le abrió las puertas de la titular a Larry, aunque Perea ya le había dado chance por decisión técnica en el compromiso previo ante Tolima, en Ibagué (victoria 1-0), y no defraudó.