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El Junior de este semestre difícilmente le pinta la cara a sus rivales por su escasa producción anotadora. ‘El Tiburón’, con solo 16 tantos en 20 partidos, terminó con la cuarta peor cifra de goles marcados en la fase de ‘Todos contra todos’ de la Liga Águila II. Solo superó a los tres coleros del campeonato, Unión Magdalena (14 dianas), Atlético Huila (13) y Jaguares (11). Entre los clasificados es el ataque más estéril. Aunque mejoró un poco en la segunda mitad de la competencia en ese apartado (solo sumaba cuatro gritos en las diez primeras jornadas), a partir de unas variantes (especialmente la inclusión de Luis ‘el Chino’ Sandoval), le cuesta demasiado hacer un gol. Eso es innegable.

Sin embargo, este Junior, que ostenta la defensa más blindada de toda la Liga con solo nueve balones inflando su red en 20 compromisos, sí es capaz de pintar de blanco a más de uno. Blanqueo, para ser exactos, a 13 equipos en la etapa regular del torneo, entre ellos sus rivales en los cuadrangulares semifinales: Deportes Tolima, Atlético Nacional y Cúcuta Deportivo.

Los rojiblancos dejaron su pórtico inmaculado ante el cuadro pijao, en la primera fecha de la competencia. Se impusieron 1-0 en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, con un gol en contra de Leyvin Balanta, en el minuto 79.

No resultó el encuentro más emocionante y vistoso para la tribuna. Mucha pierna fuerte, forcejeo, planchazo, pelota dividida, faltas... toda la partitura que caracteriza a los ‘soneros de Gamero’, siempre atléticos, fogosos, potentes y duros de ganar.

No hubo una notable superioridad de los Tiburones en aquel primer choque de la campaña, pero logró salir airoso en su arco y en el marcador.

El equilibrado mano a mano se repetirá en la jornada inicial de los cuadrangulares semifinales, este domingo, a partir de las 5 p.m., en el Metro.

Junior también hizo impermeable su cabaña frente a los verdolagas en el propio Atanasio Girardot, en la fecha 15, y lo derrotó 1-0, con un gol de penalti de Luis Narváez, al minuto 75, después de una falta en el área del arquero José Fernando Cuadrado sobre Edwuin Cetré tras un pase profundo de Víctor Cantillo.

Nacional, que a esa altura gozaba de la delantera más temible (luego de 20 jornadas es la tercera mejor después de Cali, 34, y Medellín, 32), fue completamente maniatado por los pupilos de Julio Comesaña.

Le cerró todos los caminos hacia el gol y el club antioqueño se vio impotente. Cetré fue la figura del juego. Con su velocidad y habilidad se las arregló para complicar a la zaga local. 

Viera tuvo muy pocos sustos en su área. La victoria rojiblanca fue clara y meritoria.