No intenta tapar el sol con las manos. No se engaña. Luis González reconoce clara y abiertamente que en este primer semestre en Junior su fútbol no ha estado en su máximo esplendor. Sus desafíos personales así se lo dictan y por eso se esmera para seguir levantando su nivel, como se ha visto en los últimos partidos, y dejar la mejor imagen entre la exigente afición rojiblanca.
'El balance de lo que ha pasado hasta ahora no ha sido muy positivo. Siempre he sido autocritico. Soy de las personas que cuando las cosas no me salen, me doy bastante duro. Siempre trabajo fuerte para conseguir el nivel, pero hay que terminar bien. Ahora viene la fiesta buena, donde quieren estar todos. Mañana (hoy) tenemos que sellar la clasificación. Debo darle al equipo para que el equipo pueda darme. Cuando llegué, el equipo no anduvo bien y uno anímicamente se bajonea mucho, pero ahorita que el equipo ha alzado su juego, aparecen cosas, ya te metes, entro en el son, es lo que ha venido pasando. Ahora viene lo bueno', comentó el venezolano.
‘Cariaco’, apodo que surgió del nombre del pueblo que lo vio nacer, considera que no es asunto sencillo amoldarse a Junior y al clima de Barranquilla.
'Aquí han llegado muchos jugadores y se han ido por la puerta de atrás. Creo que eso puede ser por la humedad, porque el Metro come mucha pierna. Creo que con el pasar de los partidos me he sentido mucho mejor. Me habían dicho que adaptarme no era tan fácil. En los últimos partidos me he sentido bastante cómodo. Jugué 90 contra Millonarios de buena manera', dijo González.
La óptica del extremo de 28 años de edad, que se ha visto arropado por Teófilo Gutiérrez, quien suele buscarlo en la cancha, no dista de la de Julio Comesaña. 'Lo veo con un fútbol más formal, más firme, más sólido, para estar en un equipo como Junior. Tiene unas condiciones físicas excelentes, es rápido, es hábil, pero recién ahora vemos que está enchufado a la dinámica de juego del equipo y a las tareas que corresponden', declaró el entrenador sobre ‘Cariaco’.