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Julio Comesaña, que dirigirá a Junior por octava vez, se marchó en silencio por la zona mixta. Con la mano izquierda arrastrando la maleta y con la derecha saludando a los periodistas que trataron de abordarlo, se fue directo al bus del equipo. 'Mañana (este jueves) hablamos muchachos', se limitó al decir el entrenador colombo-uruguayo tras presenciar y analizar desde un palco el empate 1-1 entre los Tiburones y el Santa Fe, el miércoles en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez.

Comesaña aterrizó en Barranquilla a las 4:50 p.m., dialogó con los comunicadores en el aeropuerto Ernesto Cortissoz y de inmediato partió hacia el 'Metro’. Allá se alcanzó a reunir con los jugadores, le dio algunas indicaciones y subió a un palco de la tribuna de occidental, desde donde vio el partido en compañía de los preparadores físicos Jorge Franco, uruguayo, y César Gaitán, barranquillero.

Junto a los dos integrantes de su equipo de trabajo comenzó a analizar el juego y a tomar apuntes. En el intermedio del primer tiempo bajó al camerino y seguramente entregó algunas instrucciones y consejos. Al final del juego volvió a descender hasta el vestidor local y sostuvo una reunión con el plantel.

Después, cuando los periodistas esperaban a los jugadores y al timonel en la zona mixta, después de 10:30 de la noche, Comesaña pasó sonriente y callado. No hizo balances ni evaluaciones públicas, de momento. 'Mañana hablamos muchachos, mañana hablamos', insistió por todo el corredor que conducía al automotor del club.