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Sebastián Hernández sigue mostrando una faceta desconocida de su juego. El volante antioqueño cambió los pases gol por la lucha, las fintas por la entrega, la claridad en el mediocampo por el sacrificio y la generación de juego por el equilibrio.

El pasado jueves, ante el Cali, en el ‘Coloso de Palmaseca’, volvió a ser uno de los más destacados, como ya lo fue en la primera jornada ante Equidad. Se batió como un león en el medio campo junto a Leonardo Pico y supo contener la embestida de un local que presionó hasta la saciedad, pero que al final se terminó triste y devorado por la perseverancia de un Junior guerrero, que nunca bajó los brazos.

Hernández, que ayer se vio distendido y alegre en el lobby del hotel Intercontinental de Cali, valoró la entrega del equipo y confesó que desde un principio el equipo rojiblanco vislumbró un partido así, sufrido, apretado, luchado.

'Fue un partido que sabíamos que iba a ser así, complicado. Ya habíamos visto al Cali, que es un muy buen local. Vimos el video de la final ante Nacional, que le hizo tres goles y pudo hacerles más. Generan mucho fútbol, sobre todo por el costado, por su banda derecha. Creo que lo contrarrestamos bien. Al final nos llevamos un resultado positivo en medio de la adversidad', expresó el antioqueño en diálogo con EL HERALDO.

Sebastián asegura que Junior nunca se desesperó, a pesar del constante bombardeo del cuadro azucarero. Creyeron hasta el final en su libreto, confiando en la calidad de los hombres de adelante para poder revertir la situación, que se complicó tras la injusta expulsión del defensor Deivy Balanta.

'Desde el principio sabíamos que era un partido de 180 minutos, obviamente ellos tuvieron sus mejores momentos en el primer tiempo, donde encontraron espacios y generaron opciones claras de gol. Sabíamos que en cualquier momento se podía llegar a gol, porque tenemos hombres adelante que marcan diferencia. Y para el segundo tiempo fuimos muy inteligentes, especialmente cuando nos quedamos con un hombre menos. El equipo tomó un nuevo aire con la entrada de Piedrahita y Rafa Pérez. Hasta pudimos ganar sobre el final', manifestó.

El volante antioqueño pondera la jerarquía que mostró el grupo. Asegura que el trabajo en equipo fue el principal arma de los rojiblancos ante el Cali.

'Yo creo que todo eso es jerarquía, todos estábamos muy unidos, nos colaborábamos bastante dentro del campo. Con un hombre menos, Chará nos ayudó en la línea de cuatro. Si te das cuentas tenemos más volantes de perfil ofensivo que defensivo y ayer todos corrían, colaboraban, marcaban', dice.

En lo personal valora el aporte que viene haciendo. 'Yo estoy contento porque ayer estaba jugando en una posición en la que no había actuado antes, acompañando a Pico en la primera línea de volantes. Eso es positivo, el poder darle una mano al entrenador por una banda, si me requiere, de media punta o de volante de marca. Todo esto me hace crecer. Juego donde el profe me diga'.