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Y siguen los reencuentros en Junior. Si ayer Jarlan recibió en Barquisimeto la visita de su abuelo materno, al que no veía desde hace 8 años, hoy el turno fue para Gúlfran Támara.

El defensor rojiblanco se reencontró con su madre, con la que no se reunía hace más de cuatro calendarios. Rosmery Cigueros vive actualmente en Puerto de la Cruz, a 10 horas de Barquisimeto. Apenas se enteró que su hijo venía con la delegación rojiblanca a enfrentar al Deportivo Lara no dudó en programar viaje para el reencuentro.

Y todo se dio en el Hotel Trinitarias Suites, donde se hospeda el cuadro barranquillero en Venezuela. Fue un momento cálido, humano, donde los abrazos y los besos fueron el común denominador. No hay mejor motivación para Támara en Venezuela que la presencia de la mujer que lo trajo al mundo, la cual estará esta tarde en las gradas del estadio Metropolitano de Cabudare alentándolo, para que todo le salga bien en su debut internacional.

'Qué mejor inyección anímica que la presencia de mi mamá. Le doy gracias a Dios y a la vida por permitirme estos momentos. Fue muy lindo reencontrarme con mi madre y más en estas circunstancias, a las puertas de mi debut internacional', afirmó Támara, que espera dedicarle un triunfo a su madre.

'Hoy solo espero complacerla con un triunfo, una buena actuación de mi parte y por qué no, un gol', agrega entre risas.

Rosmery, por su parte, no se cambia por nadie. El orgullo que siente por su hijo es grande y no ve la hora de verlo jugar en Venezuela, la tierra que la acogió hace cuatro años, cuando decidió iniciar una nueva vida.

'Es un orgullo como madre verlo, tenerlo cerca, ver lo grande que está, lo feliz que es haciendo lo que le gusta. Le deseo lo mejor hoy, sé que todo le va a salir bien a él y al equipo', concluyó Rosmery.