Luis Narváez lo volvió a hacer. Acertó su ejecución del penal frente a Nacional y lo festejó con el bailecito que tanto le ha gustado a la hinchada de Junior.
El volante de marca barranquillero ha sido protagonista del equipo en las series de cuartos de final frente a Millonarios y en la semifinal contra Nacional.
No solo por su particular estilo champetero para festejar los cobros desde los doce pasos en ambos choques, principalmente por su enjundia y carácter.
Narváez, que este año había estado bajo las sombras de Guillermo Celis y James Sánchez, ha puesto toda su experiencia al servicio de los tiburones en momentos cruciales del campeonato.
Contra los azules y verdes, Narváez se complementó a las mil maravillas con Sánchez. Los dos mediocampistas curramberos parecían con grilletes en el juego de ida frente a los paisas, en el estadio Roberto Meléndez luego del desgaste contra los bogotanos en Bogotá.
Sin embargo, en el cotejo de vuelta en el estadio Atanasio Girardot, las cosas cambiaron y la hinchada rojiblanca volvió a ver a dos jugadores derrochando energía y mostrando amor a la camiseta durante los 90 minutos de juego.
Entre los dos derrumbaron el fútbol que intentó elaborar Macnelly Torres y Sherman Cárdenas. Planchazos oportunos y limpios evitaron disparos del ataque verde cuando ya se disponían a accionar el guayo en el borde del área.
Después, en la celebración, ambos impusieron el ritmo en la celebración con el particular bailecito de Narváez.
'Lucho es una gran persona. Tiene carácter en la cancha. Fue bonito festejar con el baile del coleto que ya puso de moda', dijo Sánchez.