La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) abrió un expediente contra Estudiantes de La Plata luego de que el club transformara en un acto de repudio el tradicional pasillo que debía ofrecer como homenaje al equipo recientemente distinguido por su desempeño.
La controversia se desató después de que la entidad madre del fútbol argentino designara el jueves a Rosario Central como el mejor equipo de 2025, pese a que el segundo torneo del año aún no ha concluido. El domingo, durante la salida al campo para disputar los octavos de final del Torneo Clausura, los jugadores de Estudiantes recibieron a sus rivales formados en fila, pero dándoles la espalda, en señal de disconformidad.
La AFA había solicitado expresamente al club platense la realización del clásico “pasillo del campeón” antes del inicio del encuentro, pero la actitud de los futbolistas derivó en un gesto que rápidamente se volvió viral y profundizó el malestar institucional. Tanto los jugadores que participaron de la ceremonia fallida como los dirigentes de Estudiantes deberán presentar antes del jueves un descargo que justifique su accionar, mientras el organismo definirá qué tipo de sanción aplicará por el desacato.
La tensión se agravó porque Estudiantes, además, se impuso 1-0 como visitante y eliminó de la pelea por el título del Clausura al encumbrado Rosario Central. La designación anticipada del equipo rosarino como campeón de Primera División había sido anunciada el jueves por la AFA, generando críticas generalizadas.
El conjunto dirigido por Ariel Holan, donde sobresale la figura de Ángel Di María, acumuló la mayor cantidad de puntos en las etapas regulares de los torneos Apertura y Clausura: 66 unidades en 32 partidos, con un registro de 18 victorias, 12 empates y apenas 2 derrotas. Pese a que Platense ganó el primer certamen y el segundo permanece en disputa, el Comité Ejecutivo de la Liga Profesional resolvió considerar campeón al equipo que finalice primero en la Tabla Anual.
El presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón, manifestó públicamente su desacuerdo tanto con la decisión de la AFA como con la obligatoriedad del homenaje impuesto a su club, y se sumó a las voces críticas que desde distintos sectores del fútbol apuntan al titular de la entidad, Claudio Tapia. El dirigente enfrenta cuestionamientos de directivos, jugadores e hinchas por el nivel de los arbitrajes en las distintas categorías del fútbol profesional argentino, en un clima de creciente desconfianza que el episodio del pasillo no hizo más que intensificar.























