Compartir:

Aquel histórico debut con los Washington Wizards en diciembre de 2021 marcó un antes y un después para Jaime Echenique, el primer colombiano en jugar un partido oficial de la NBA. Desde entonces, su carrera no se ha detenido. Entre viajes, idiomas, estilos de juego y culturas distintas, el barranquillero ha recorrido el exigente baloncesto europeo con paso firme, desarrollando no solo su talento, sino también su mentalidad.

Leer también: “¿Será que ahora sí llaman a Dayro Moreno a la selección Colombia?”: Carlos Valderrama

Echenique, que jugará esta temporada en el Reggio Emilia de Italia, habla con la madurez de quien ha aprendido a adaptarse, a evolucionar y a mirar el futuro sin prisa, pero con determinación.

¿Qué ha pasado en la vida de Jaime Echenique luego de ese debut en la NBA con los Washington Wizard?

Pues nada, mi carrera no ha parado. Luego de ese paso por NBA, mi vida tomó dirección a Europa, jugando en equipos de Lituania, Grecia, Turquía y ahora en Italia. Me he mantenido allá, y ese es mi foco en estos momentos, seguir sumando experiencia en un baloncesto muy exigente como el europeo.

¿Cómo ha sido el tema de la adaptación a todas esas culturas europeas?

En Turquía el año pasado fue uno de los desafíos más grandes culturalmente hablando, porque es un país y una realidad totalmente distintita. Socialmente hablando, es muy distinto a lo que venía acostumbrado en Latinoamérica y en los Estados Unidos. Llegar a Turquía ha sido desafiante para mí y para mi carrera. Gracias a Dios las cosas salieron muy bien al final de la temporada, tuve muy buenas apariciones y buen desempeño en el baloncesto europeo y en la liga local también.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAJaime Echenique antes de su entrevista con EL HERALDO.

¿Qué ha cambiado de ese Jaime Echenique que vimos en los Washington Wizard al que vemos ahora en Europa?

Pues yo digo que más que todo la mentalidad. Obviamente en ese momento tenía 24 o 25 años. Uno acá aprende mucho, porque el baloncesto europeo es muy táctico, es para jugadores inteligentes, por decirlo así. La NBA es un juego más de uno contra uno aprovechando las ventajas físicas que tiene cada quien. Y pues nada, muy contento en ese sentido de todo lo que he aprendido. Acá me he enfocado mucho más en mi cuerpo y mi mentalidad. Lo hablaba con unos amigos, que tal vez cuando pasó esa situación con los Wizard no estaba preparado mentalmente o físicamente, pero estoy en paz con el trabajo que se hizo y estoy en paz hacia donde se ha inclinado mi carrera en estos momentos.

¿Hablando del juego, es distinto el baloncesto en cada país?

Es totalmente distinto, cada liga tiene un grado de complejidad y una forma de jugarse totalmente distinta. En Turquía era un juego más parecido al americano, más libre, de talento, de aprovechar las oportunidades físicas en cada posición. El español es muy rápido, muy inteligente de ejecutar. En Grecia era bastante rápido también, de mucha ejecución, pero menos que en España. Y también cada rol que he tenido en cada equipo ha sido distintos, en un equipo me ves más saltando y en otro me ves más pasando el balón.

¿En cuál de todas esas Ligas ha sentido que ha crecido más?

El país que marcó un antes y un después en la vida de Echenique fue Grecia. Allá tuve un muy buen entrenador, muy táctico, que me enseñó a ver el baloncesto a otro nivel, me hizo entender que no necesitaba estrellar siempre para anotar. Desde ahí me encantó el juego táctico, tanto es así que a veces siento que no necesito esforzarme tanto para anotar, porque ya sé dónde me va a caer el balón y ya sé lo que tengo que hacer. En Turquía fue más desafiante, porque el juego es mucho más físico y querían que el balón estuviera en mis manos para anotar. En Turquía volvió ese Jaime que estaba en la NBA, que eras muy dominante en la pintura.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAEl barranquillero Jaime Echenique leyendo un periódico de EL HERALDO.

¿Qué nos puede decir del nuevo equipo en el que va a jugar, el Pallacanestro Reggiana de Italia?

Curiosamente yo contra ese equipo perdí el año pasado el clasificatorio a los octavos en la ‘Champions League’. Me han contado que tiene un muy buen entrenador, que tiene buena reputación, y que es una muy buena organización.

¿Qué cree que busca el Pallacanestro Reggiana con su contratación?

Allá quiero llegar con una base sólida de lo que es mi presencia en la pintura, mi carácter anotador y defensivo. Este verano estuve enfocándome mucho en la preparación de mi cuerpo. Cuando llegue a Italia espero tener una conversación con el entrenador para saber qué espera de mí y a partir de ahí ir trabajando sobre el esquema de juego que se necesita para figurar y aportar allá.

¿De cara al futuro ve alguna posibilidad de retornar a la NBA?

Yo estuve hablando con varios scouts que son amigos míos, que me están ayudando a hacer un análisis de las cosas que debo mejorar, y ellos me decían que no descarte el volver a la NBA porque con el impacto Jokic —estrella de los Denver Nuggets— o el impacto de los hombres grandes, y la ausencia de ellos en los equipos campeones de la NBA, cada vez la gente se está dando cuenta de la necesidad de tener un poste tradicional y dominante en la pintura. Hoy tengo 28 años y está ese pensamiento en mi cabeza de volver en algún momento, pero hoy mi foco real está puesto en figurar en donde estoy, que es en Italia, en Europa.

¿Y si da su regreso a qué equipo le gustaría?

Yo diría que me gustaría los Dallas Mavericks, incluso me encantaría regresar a los Washington Wizard, porque amo Washington. Y si tengo que elegir otro, diría que lo Phoenix Suns.

Un día en un video vimos que llegó con la camisa del Junior a un juego de la NBA. ¿Cómo fue esa historia?

A mí me hacen una ceremonia en la embajada, con el secretario de deporte de ese momento que era Gabriel Berdugo, gran amigo mío. Él me regaló una camisa del Junior autografiada. Ese día tenía partido con los Wizard y los que me envían la ropa a mí, porque eso allá es una pasarela, no me la enviaron. Y yo decía: ‘¿qué me pongo?’. Ahí vi la camisa del Junior que me regalaron y me la puse. Además, ese día jugaba el Junior. Cuando llegué la gente me preguntaba que cuál era ese equipo, que de dónde es, y yo les decía que ese es el equipo de mi ciudad. Después vi que el Junior reposteó la foto (risas). Yo iba a hacer la gestión para darles una camiseta del Junior a Bradley Beal y Kyle Kuzma, los jugadores más importantes del equipo, pero no se pudo dar (risas). Hubiese sido genial.

JOSEFINA VILLARREALHERRERAJaime Echenique junto a William González, Rafael Castillo, Isaac Barrios y Andrés Noé.

¿Allá también es tradicional, cómo se hace en el fútbol, que los jugadores intercambien camisetas? ¿Usted cambió alguna?

Sí, pero yo nunca entré en esa tendencia, porque a mi ese tipo de cosas me dan un poco de pena. No me gusta entrar en el fanatismo. Yo entraba y veía normal a todo el mundo, pero por dentro estaba emocionado (risas). Un día, por ejemplo, en el draft de la NBA, estaba entrenando y entró James Harden a practicar, y de repente queda mano a mano conmigo, de frente. Yo lo primero que hice fue mirar para abajo y miro la línea de tres. Yo dije: ‘está lejos, no creo que la tire’. Y ese tipo hace su jugada característica entre las piernas para luego lanzar, yo logro tocarle la mano, pero la pelota igual sale y yo solo miro el balón en el aire y ‘saz’, entró. En ese momento el niño interior mío dijo: ‘Ayyy… es real’ (risas). Pero eso fue por dentro, por fuera ni me inmuté (risas). Ese día ni camisa, ni foto, ni autógrafo, nada. Lo tuve en frente pero me dio pena pedirle de recuerdo algo.

Últimamente se habla mucho que Stephen Curry, rey de los triples en la NBA, le ha quitado espectacularidad a la NBA, porque ahora todos quieren ser Curry y los triples han aumentado, dejando de un lado esas jugadas sensacionales que hacen de esa liga la mejor del mundo. ¿Opina igual?

Para los gustos, los colores. A mí me gusta el baloncesto tradicional, de aprovechamiento de los espacios, del juego rápido. Cuando se acaba la temporada en Europa y entreno en los Estados Unidos se ve la peculiaridad que de los 11 primeros puntos de un juego, seis son triples. Sí creo que se esté dando eso. Yo no soy anti cualquier jugador, lo que funciona se deja y Curry solo hay uno.

¿Cuál es su gran referente en el baloncesto?

En general, mi referente siempre ha sido Tim Duncan, y actualmente Nikola Jokić.

¿Lebron James o Michael Jordan?

¡Diablosss! (risas). Lebron James.

¿Por qué Lebron James?

Una persona que es capaz de mantener su carrera por 23 años ya es de admirar. No ha sido el más campeón, lo sé, pero incluso Jordan tampoco es el más ganador, porque es Bill Russell. En tema de eficiencias en anillos, obviamente le doy todo el crédito a Michael Jordan, es una bestia, él es ‘The Goat’, pero una persona que ha mantenido su carrera por 23 años, siendo el máximo anotador de la historia de la NBA algo debe estar haciendo bien. Entonces es la longetividad de mantener una carrera durante tantos años y el adaptarse a distintas generaciones de baloncesto y aun así seguir siendo eficiente, lo que hace más grande a Lebron James.

Lo hemos visto haciendo una serie de obras sociales. ¿De qué se trata esto y por qué tomó esta iniciativa?

Yo soy una persona muy devota. No creo en la iglesia, pero sí creo en Dios. Uno le hace promesas por X, Y o Z, y una de las cosas que yo había prometido era hacer una causa social, regalar unos alimentos. Mi familia y unos amigos me ayudaron a repartir 200 comidas, lo hicimos en el ‘Caño de la Ahuyama’, acompañados de la policía. Era una promesa que había hecho, no la había cumplido, y en un estudio bíblico que estaba haciendo la semana pasada me salió versículo de la biblia que decía que las promesas que haces más te vale no olvidarlas porque Dios se acuerda de todo eso. Y yo enseguida dije: ‘epaaa, vamos a pagar mi deuda (risas)’. Este año fueron 200 y la idea es que el otro año sean 400 comidas.

De cara al futuro más lejano, cuando ya pase toda esta parte profesional, ¿qué se ve haciendo?

Aún no sé, pero cada vez me está gustando más el tema de ser entrenador. No sé si finalmente me incline para allá. Yo soy inversionista, tengo mis cositas, me gusta hacer charlas motivacionales con el tema de mis estudios. No sé, vamos a ver. Quiero explorar cosas y luego, cuando llegue el momento, decidiré.

Leer también: La patinadora Yicel Giraldo le da otro oro a Colombia en los Juegos Panamericanos Junior