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Atlético Bucaramanga volvió a casa con las manos vacías tras caer en un agónico partido 2-1 ante Junior, en ‘el Metro’, en un encuentro que empezaron ganando y en donde mostraron varios pasajes de buen fútbol.

Leonel Álvarez, técnico del equipo leopardo, dejó entrever en la rueda de prensa que su equipo se sintió perjudicado por la actuación del árbitro José Ortíz, que sancionó tres penales en contra del equipo bumangués.

“Revisando los penales, el primer penal bien, en el segundo, muy simpático que se va el VAR justo en el penal, y después una gresca que terminó fuera del estadio. En partidos como estos, y más como estaba el escenario hoy, no se puede jugar sin VAR”, criticó. Además, recordó un antecedente con el mismo árbitro: “Es simpático que este mismo árbitro nos pitó el semestre pasado en Santa Marta, pero no es echarle la culpa a nadie, porque yo la asumo”.

Sobre la jugada del gol de Bucaramanga, que fue objeto de una larga revisión por parte del VAR, Álvarez también expresó su inconformidad, siendo un poco irónico. “En el gol de nosotros el VAR se demora como ocho minutos para ver cómo anularlo. Ahí sí miraron, ahí sí revisaron, ahí sí observaron detenidamente. Al final pita el gol, con lo justo”.

A pesar de sus señalamientos al arbitraje y a la tecnología, el entrenador no eludió la autocrítica. “Tenemos que preocuparnos porque en seis partidos hemos hecho seis penales, eso es para revisar”, reflexionó Leonel, mencionando un dato curioso por una situación inusual: tres penales sancionados en contra, todos cometidos por el mismo jugador, Leonardo Flores.

“No es normal que en un partido haya tres penales cometidos por el mismo jugador. Ahora, a levantar a estos muchachos porque no es fácil, después de haber hecho un gran trabajo, terminar perdiendo de la forma como lo hicimos”, añadió.

Por último, Leonel mostró su dolor por no haber sumado, luego de haber realizado un gran trabajo en ‘el Metro’. “Fue uno de los mejores partidos de visitante que hemos jugado, ante un gran equipo como Junior. Nos vamos con las manos vacías, haciendo un gran trabajo”, concluyó.