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Por: Gabe Jaramillo, especial para EL HERALDO.

Muchos creían que María Camila Osorio debía haber ganado su partido inaugural en el Miami Open. Después de todo, se enfrentaba a una rival relativamente desconocida que había recibido una invitación especial. Sin embargo, el tenis tiene una manera de desafiar las expectativas, y cuando se observa más de cerca a Victoria Mboko, la estrella emergente de Canadá, la sorpresa empieza a tener sentido.

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Con solo 16 años en 2022, Mboko alcanzó el puesto número 6 del mundo en la categoría junior. Y si nos adelantamos hasta principios de 2025, llegó a Miami seguida de una buena racha: ganó 22 partidos consecutivos sin perder un solo set y se coronó campeona en cuatro torneos individuales de la ITF en Martinica, Guadalupe, Estados Unidos e Inglaterra. Llegó invicta, llena de confianza y sin nada que perder, una combinación peligrosa para cualquier oponente.

María Camila no jugó mal; simplemente, Victoria jugó mejor. Estadísticamente, fue un partido reñido, donde la colombiana demostró que es una guerrera y peleó hasta la última bola. Mboko aprovechó su potente servicio como arma, mientras que María Camila, a pesar de cometer pocas dobles faltas, se mostró vulnerable, especialmente en el segundo saque.

El camino al top 20

María Camila tiene la mira puesta en entrar en el top 20 antes de que termine el año. Físicamente, está en excelente forma. Mentalmente, está motivada. Técnicamente, puede competir en cualquier superficie. ¿El único aspecto que aún necesita mejorar? La velocidad de su servicio. En este nivel, todas las jugadoras buscan debilidades, y un segundo saque lento es una invitación al ataque.

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La presión en Bogotá

Los partidos de las primeras rondas en los torneos importantes siempre son complicados, especialmente para las jugadoras que deben defender puntos en el ranking. A diferencia del año pasado, cuando cayó en la clasificación del Miami Open ante Nadia Podoroska (6-2, 6-2), este año representaba una oportunidad perdida para sumar puntos valiosos. Sin embargo, la verdadera prueba llega la próxima semana en Bogotá.

Este no es solo otro torneo; es una batalla por defender los 250 puntos obtenidos con su título del año pasado. ¿Qué está en juego? Mucho. Si no logra un buen desempeño, corre el riesgo de salir del top 100, lo que dificultaría su acceso a los torneos más importantes, donde se otorgan más puntos y mayores premios.

¿Por qué Bogotá es clave?

María Camila se desempeña muy bien en altitud y ha dominado históricamente en Bogotá. A diferencia de algunas jugadoras que sienten la presión de jugar en casa, ella la abraza. Ama representar a Colombia y se nutre de la energía de los aficionados locales.

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Este torneo es más que una simple parada en el circuito; es un momento clave en su temporada. Con el apoyo incondicional de su país, está lista para luchar por cada punto. Ahora, queda por ver si puede convertir esa ventaja de jugar en casa en otro título.