Cuando el Inter olía el ‘Scudetto’, cuando parecía que su resistencia en la segunda mitad era infranqueable, apareció Billing en el minuto 86 para romper la espectacular racha de Josep Martínez bajo palos y amargar la noche interista, manteniendo a su vez intactas las opciones del Nápoles (1-1) en la ajustadísima pelea por el título que mantienen ambos combinados desde inicio de temporada.
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En el duelo de la temporada, el que podría decidir buena parte del final de la campaña, quedó todo abierto. Todo restó inamovible después de la exhibición física y táctica de dos equipos que pelearán, inevitablemente, por el ‘Scudetto’ hasta el final. El Inter se adelantó con un golazo de falta de Dimarco y el Nápoles encontró su merecida recompensa en una gran jugada final que significó el primer gol encajado de Josep Martínez.
Justo empate en el Diego Armando Maradona. El Inter fue ligeramente mejor en la primera mitad, el Nápoles dominó la segunda y mereció el empate. El empate del Atalanta mantuvo la parte noble de la tabla idéntica cuando parecía una jornada preparada para los asaltos.
Fue un partido precioso el que se disputó en Nápoles. El Inzaghi contra Conte y el duelo individual entre todos los jugadores a todo el campo brindó una batalla física y táctica descomunal que dos jugadas aisladas se encargaron de abrillantar. Especialmente la primera, la del Inter, con el zurdazo que Dimarco puso en la escuadra de falta directa en el minuto 22 para abrir el marcador.
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El tanto marcó el partido porque el Inter se sintió campeón durante muchos minutos. Cambió su plan. Dejó de ser tan agresivo arriba para fortalecerse atrás. Y el Nápoles, poco a poco, fue generando algo de peligro, aunque casi siempre con la aparición estelar de un interista para apagar esperanzas napolitanas.
Cuando no fue Bastoni en una entrada salvadora ante Lukaku, fue Josep Martínez con paradas de portero titular. Solo una duda dejó el meta español, con una salida mala que Raspadori no supo aprovechar. De hecho, en la segunda mitad, el ex del Génova que se ha encontrado con la titularidad, salió al rescate en varias ocasiones. Las más clara: un disparo a bocajarro de McTominay que, casi sin ver, desvió con solidez.
Estaba el Nápoles mucho mejor en el campo en la segunda mitad pese a no poder hacer daño claro. Y la lesión de Dimarco en el perfil zurdo acentuó ese dominio ‘azzurro’, que lejos de claudicar en los minutos finales por la desesperación generalizada de no encontrar una grieta en el bloque interista aumentó su intensidad. Dio entrada Conte a Billing para cargar el área y su cambio marcó el partido.
Todo, claro, en una jugada maestra de Lobotka, el cerebro del equipo. Se coló en el área con calidad y en el lugar donde otros solo ven piernas y desorden, el eslovaco vio claramente la llegad de su compañero. Billing definió de primeras desde el área pequeña pero se topó con Martínez, gigante otra vez. El rechace, sin embargo, favoreció de nuevo al centrocampista danés, que empujó sin oposición para rescatar las opciones de su equipo. El ‘Scudetto’ está todavía muy abierto.