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Habló con madurez y sensatez. Felipe Aguirre, defensa central del Atlético Nacional, lamentó que a su equipo le tocara jugar contra a Chicó a puerta cerrada en el estadio Atanasio Girardot, por la sanción que le puso la Alcaldía de Medellín de dos jornadas sin público, luego de los desmanes y violentos enfrentamientos entre barras del cuadro verde y de Junior, en el partido pendiente de la fecha 10 de la Liga, que se disputó el jueves pasado hasta el minuto 52 en el escenario antioqueño.

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Sin embargo, más allá de la suspensión de la Alcaldía, Aguirre invitó a los hinchas a valorar la vida por encima de la pasión por los equipos, y de paso criticó las medidas que la Dimayor ha venido adoptando en los últimos años para castigar esta clase de hechos delincuenciales en los que han resultado muchas personas heridas y fallecidas.

“La verdad, muy triste salir y ver el estadio vacío. Sabemos la fiesta que es el Atanasio. Y en la Palabra (La Biblia) se habla de que en los últimos tiempos el amor de las personas se enfriará, y es muy duro saber que la gente pone primero al fútbol que la vida. Y al fin y al cabo es solo fútbol. No quiero que malinterpreten porque el fútbol mueve masas, es una pasión, es una alegría, pero es más importante la vida”, declaró Aguirre en la rueda de prensa posterior al partido que Nacional le ganó 6-2 al Chicó.

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En su reflexión y cuestionamiento, el zaguero paisa se refirió indirectamente a la campaña que emprendió recientemente la Dimayor, después de lo sucedido en el Atanasio, en la que los capitanes de cada equipo deben saltar al terreno de juego con la camiseta del equipo rival.

“Y creemos que con cremitas vamos a sanar este cáncer tan bravo con el que venimos luchando desde hace años. No es de salir y ponerse la camiseta del otro, ni con pancartas, ni que sancionen el estadio, hay que tomar decisiones más drásticas porque son muchas vidas que se perdieron, muchos heridos”, criticó Aguirre.

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En sus declaraciones, que han sido reconocidas y aplaudidas en redes sociales, Aguirre cuenta que le dio una mano de auxilio a uno de los fanáticos rojiblancos que resultaron heridos en la salvaje e irracional trifulca en el Atanasio.

Yo salí con el uniforme ensangrentado porque me tocó interceder para ayudar a un hincha de Junior, o sea es muy triste eso, parce. Y ver que en los últimos tiempos ya no hay empatía, ya no hay amor propio, ni por el prójimo, ni por Dios, no hay nada, parce. Y yo creo que de verdad es muy muy triste eso, y no hay que dejarlo pasar como que bueno, ‘sancionamos dos fechas’, ‘después Norte (la tribuna)’. ¿Cuántas veces han hecho eso y sigue pasando lo mismo?”, puntualizó el jugador de 28 años de edad.

Atlético Nacional vencía 2-0 a los ‘Tiburones’ al minuto 52, con goles de Andrés Román y Marino Hinestroza, cuando en la tribuna noroccidental del estadio Atanasio Girardot estalló una riña con puñales, cuchillos y palos entre seguidores de ambos equipos.

No había vigilancia policiva ni una logística adecuada para separar a los hinchas visitantes y brindar mejores garantías de seguridad, lo cual dio rienda suelta a la irracionalidad y comportamiento delincuencial de muchos de los que integran los grupos barristas.

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La Fuerza Pública, que solo prestaba seguridad en los alrededores del escenario, entró en acción mucho más tarde, cuando ya la violencia estaba desbordada y había hecho estragos, incluso en la cancha delante de los jugadores, que tuvieron que intervenir y prestar ayuda, como en el caso de Aguirre, Carlos Bacca, Léider Berrío, Andrés Colorado y ‘Tití’ Rodríguez, para tratar de evitar consecuencias peores, mucho más funestas.

La logística de Nacional se encuentra a cargo de unos jóvenes que pertenecen a las barras del club, sin la suficiente preparación para encarar este tipo de incidentes tan graves.