Después de dos segundos puestos y una desclasificación, por fin levantó los brazos el belga Jasper Philipsen (Alpecin Deceuninck), ganador al esprint de la décima etapa del Tour, disputada entre Orléans y Saint-Amand-Montrond, de 187,3 km, jornada lenta y de transición que mantuvo al esloveno Tadej Pogacar (UAE) con el maillot amarillo.
Con un lanzador de lujo como el campeón del mundo Mathieu Van der Poel, Philipsen (Ham, 26 años) impuso su velocidad con autoridad por delante del eritreo Biniam Girmay (Intermarché) y del alemán Pascal Ackermann (Israel), dando tiempo al pelotón con 4h.19.06, a una media de 43,2 km/h, la más baja prevista.
En un día muy parecido a una marcha cicloturista, los hombres de la general se mantuvieron en sus puestos sin despeinarse. Pogacar sigue al frente con 33 segundos sobre Evenepoel y 1.15 respecto al danés Jonas Vingegaard. Fuera del podio provisional Roglic está a 1.36, Ayuso a 2.16, Carlos Rodríguez a 2.31 y Mikel Landa a 3.35.