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Por:  Rafael Castillo Vizcaíno

Aunque Mackalister Silva es uno de los ídolos históricos de Millonarios y es uno de los símbolos en el llamado “proceso” de los últimos años en el club por su experiencia, calidad y liderazgo, parte de la hinchada azul se encegueció con la derrota 1-0 ante Bucaramanga, el domingo anterior en el estadio El Campín, y la emprendió contra Raimundo y todo el mundo, incluso con los hijos del volante. 

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Silva, que fue cuestionado por desperdiciar trabajo buenas oportunidades de gol en el compromiso frente a los ‘Leopardos’, se mostró indignado, resentido y herido en la zona mixta por el trato que algunos aficionados le dieron a sus hijos.

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El veterano mediocampista, con la voz a punto de entrecortarse, contó que sus hijos lloraron con la situación que se les presentó durante el juego en la capital. 

“¿Qué decirle a esos hinchas jóvenes? Lo que le dije a mis hijos al verlos llorar hoy: pasa en el fútbol, y esto hace parte del fútbol”, dijo con enfadada resignación. 

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“Mis hijos estaban llorando los dos. Esto lo sentimos todos. Por cómo los trataron, por lo que le dijeron a mis hijos. Ellos no juegan, el que juega soy yo. El responsable soy yo”, agregó Silva.

Los ‘Embajadores’, eliminados de la primera fase de la Copa Libertadores, tratan de salvar la temporada metiéndose en la final de la Liga, pero la derrota 1-0 ante Bucaramanga complica sus posibilidades. 

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“Entonces, como se lo dije al niño…(él me decía) ‘papá, cuidado, no se vaya a hacer pegar’. Y se lo dije a mis hijos: , ‘tranquilos que esto hace parte de la vida’”, concluyó Mackalister antes de dejar a los periodistas y salir del estadio.