El exfutbolista Geremi Njitap ha enfrentado varias derrotas a lo largo de su carrera y partidos difíciles que le han marcado su memoria, pero actualmente hay una que tal vez ha sido la más dura en toda su vida.
Luego de varios años de matrimonio con Laure Fotso, el exjugador del Real Madrid decidió ponerle fin a esta historia de amor. Todo por una dura noticia de la que recién se enteró: no es el padre biológico de sus hijos gemelos, nacidos en 2008.
De hecho, cuando tenían cuatro años de edad, Geremi Njitap decidió casarse con Fotso, pues quería mantener la familia que habían empezado a formar con el nacimiento de los gemelos. Cuatro años después, en 2012, contrajeron matrimonio, pero le puso punto final y ahora adelanta un proceso de divorcio.
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Según reveló el diario británico The Sun, Geremi le pidió el divorcio a Laure luego de someterse a una prueba de ADN en la que descubrió que no es el padre de los gemelos, y que inclusive ellos habrían sido fruto de una relación anterior de su esposa, por lo que la acusó de 'haber destruido la armonía en su matrimonio debido a su comportamiento abyecto'.
Su historia en las canchas
Si bien ahora suena el nombre de Geremi Njitap por su difícil situación personal, en la década de los 90 sonó por su figura en las canchas, su amor por el fútbol y su pasión por dignificar los derechos de los jugadores.
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El mediocampista nacido en Camerún, un país en el que no abundan las oportunidades, salió a flote y cumplió su sueño de jugar en los mejores clubes del mundo, destacándose en las competencias más apetecidas por cualquier futbolista: la Premier League, la Champions League, la Copa Mundial de Fútbol y otras.
Con el Real Madrid jugó 76 partidos, y aunque no tuvo un alto número de anotaciones, sí ganó dos Champions, una Liga y otra Supercopa de España.
Pasó por otros clubes como el Chelsea con quien ganó dos títulos de la Premier League, luego estuvo en el Newcastle y se retiró en Grecia.
Derechos de los futbolistas
Fuera de las canchas, el camerunés también ha trabajado por el fútbol al ser el vicepresidente de FIFPro (sindicato internacional de los futbolistas).
Geremi Njitap asumió este rol en una de las etapas más complicadas en las últimas décadas: la pandemia. Se encargó de velar por el bienestar y derechos de los jugadores.
Además trabajó por los futbolistas de África, sabiendo que es tal vez el continente más vulnerable: 'Cuando acabé mi carrera quería hacer algo para el fútbol y he decidido trabajar para los futbolistas en África, donde los jugadores lo tienen mucho más difícil que en Europa', dijo en su momento en entrevista con Radio Marca.
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