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Con el puño en alto, Vinícius Junior ejerció de líder este sábado y se creció en Mestalla con un doblete (m.50 y m.76) para evitar la derrota del Real Madrid ante el Valencia, que se adelantó con tantos de Hugo Duro (m.27) y Roman Yaremchuk (m.30) en un partido que terminó con polémica y tangana ya que el árbitro, Jesús Gil Manzano, pitó el final justo cuando Jude Bellingham marcó el gol que suponía la remontada.

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El Valencia-Real Madrid de este sábado fallero en la capital valenciana se presentaba como un duelo de alto voltaje. La afición valencianista, que salió a protestar cuatro horas antes contra el máximo accionista Peter Lim, recibió con abucheos y pitidos a Vinícius, que regresó a Mestalla nueve meses después de recibir insultos racistas.

Con un sentido homenaje a los afectados por el incendio de Campanar, el partido arrancó en el feudo centenario con un líder que quería aumentar la distancia en LaLiga con la vuelta de Bellingham y con un Valencia que tenía en el recuerdo y quería repetir la victoria de la temporada pasada para seguir la estela de Europa.

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No se vio mucho fútbol en los primeros minutos con constantes interrupciones por faltas. Con tan solo cuatro minutos de juego, Yaremchuk recibió una amarilla por una entrada a Tchouameni y Gayà estuvo unos minutos en el suelo por un codazo de Rodrygo.

Bajo un ambiente tenso y pese a la incomodidad, el Real Madrid se hizo con el balón para dominar al Valencia en un partido que fue cogiendo ritmo. Acumulaba y acumulaba pases el Real Madrid, que tuvo su primera ocasión con un suave testarazo de Camavinga que atrapó Mamardashvili pasado el cuarto de hora.

Pese al incontestable dominio madridista, el Valencia aguantaba bien con un soberbio Mosquera en defensa. Mientras, las llegadas blanquinegras carecían de peligro. El equipo de Rubén Baraja se precipitaba, decidía mal y parecía tener miedo a finalizar jugada.

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Pero el Valencia fue mejorando sus sensaciones, merodeaba cada vez más la meta de Lunin y de una pérdida de Vinícius en la línea de fondo llegó la locura a Mestalla. Ese balón acabó en las botas de Fran Pérez, que remató defectuoso y su chut fue directo a la testa de Hugo Duro, que cabeceó para adelantar al Valencia (m.27).

El gol supuso un duro golpe para el Real Madrid, que, sin tiempo para recomponerse, recibió el segundo a los tres minutos. Enloquecía todavía más el equipo valencianista con Yaremchuk, que aprovechó un error en una cesión de Carvajal para hacerse con el balón, regatear a Lunin y poner el 2-0.

Con incredulidad, el Real Madrid trató de recortar distancias, pero Camavinga y Kroos no estuvieron acertados en sus lanzamientos. Sí lo estuvo Mamardashvili, que despejó un tiro de Valverde. Cuando más fuera del partido parecía el equipo de Ancelotti, apareció Vinicius en el último minuto del tiempo añadido para recortar distancias a placer (m.50).

El brasileño desafió con la mirada a la grada de animación al coger el balón de la red y, ya en el centro del campo, se giró hacia ella para celebrar el gol con el puño en alto y reivindicar así la lucha contra el racismo.

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Bajo una tremenda lluvia, el partido se reanudó con una grandísima parada de Mamardashvili a Bellingham, que después de un sofisticado recorte vio cómo el guardameta georgiano sacaba un pie para evitar el empate. También se lució Lunin con una gran parada a Diego López, que acababa de salir al terreno de juego.

Pese a la oportunidad blanquinegra, el Real Madrid vivía en el área de Mamardashvili. Su dominio era aplastante, pero no lograba cambiar el marcador hasta que volvió a aparecer Vinícius. El indudable protagonista del partido cabeceó con todo un centro del recién incorporado Brahim (m.76) para empatar el choque.

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En los últimos quince minutos pasó de todo: una preocupante lesión de Diakhaby, que tuvo que abandonar el campo en camilla después de que Tchouameni, involuntariamente, cayera encima de su pierna, un penalti que fue anulado por el VAR para el Valencia, un par de claras ocasiones del cedido madridista Peter Federico y un gol de Bellingham que no subió al marcador porque Gil Manzano indicó que había pitado el final.