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El portugués Joao Almeida (UAE Emirates) estrenó su palmarés en una grande imponiéndose en la decimosexta etapa del Giro de Italia disputada entre Sabbio Chiese y Monte Bondone, de 203 km, donde ganó el duelo por velocidad a compañero de fuga, el galés Geraint Thomas (Ineos), quien recuperó la maglia rosa que ya ha vestido 4 días en la presente edición.

Premio merecido para Almeida (Caldas da Rainha, 24 años), el más ofensivo y ambicioso entre los hombres de la general. Un ataque suyo a 5,6 km de la cima del Monte Bondone le permitió dejar clavado a Roglic, alcanzar la fuga junto a Thomas y alzar los brazos por primera vez n una de las tres grandes.

Almeida, tocado con su peculiar bigote, se mostró inexpugnable en la recta de meta, donde Thomas apenas le contestó. El ciclista luso celebró el décimo éxito de su trayectoria profesional con un tiempo en meta de 5h.53.27, a una media de 34,6 km/hora en jornada de alta montaña que no se privó de lluvia en los últimos km.

Una reivindicación de Almeida, una confirmación de Thomas y un síntoma de debilidad de Roglic, quien en el momento de la batalla entre los grandes clavó la rodilla. El triple ganador de la Vuelta se dejó 25 segundos, y menos mal que le pudo remolcar al final su fiel escudero Seep Kuus.

En la general manda Thomas, otra vez de rosa, ahora con 18 segundos sobre Almeida y 29 respecto a Roglic. El Giro sigue comprimido, no hay grandes diferencias y con lo que queda la emoción está garantizada.

FUGA MULTITUDINARIA CON VERONA Y LASTRA

Primera gran jornada de montaña de la semana con 5 puertos y tercer final en alto del Giro. Fuga interesante de inicio, en la única zona llana de la etapa con 26 corredores, con los españoles Jonathan Lastra y Carlos Verona. El mejor colocado en la general, el francés Paret Peintre a 4.30 del líder. El pelotón dio luz verde, así la fuga alcanzó pronto una renta de 4 minutos.

La fuga afrontó el primer gran puerto del día, el Passo di Santa Barbara (1a, 12,8 km al 8,3 por coento), donde coronó en cabeza el gran animador del Giro, el irlandés Ben Healy (EF Education), de manera que se puso al frente del premio de la montaña.

Tras el Passo Bordala (3a, 4,6 km al 7), el alto de Matassone (2a, 11,4 km al 5,6) fue el escenario de una escapada inocua protagonizada por Pronskiy y Scaroni (Astana), que pasaron con ligero adelanto sobre los perseguidores, cada vez con menos unidades.

En la Serrada (2a, 17 km al 5,5) fue Carlos Verona quien marcó el paso de los aventureros. La fuga se fue reduciendo hasta llegar con 12 unidades a los pies del Monte Bondone (1a,22,7 al 6,4), la subida definitiva hasta meta, adonde llegaron los favoritos agrupados a 4 minutos de cabeza de carrera bajo el impulso del Jumbo Visma de Roglic.

Un equipo el Jumbo sin bajas en este Giro marcado por las caídas y enfermedades, entra ellas el covid, que ha causado 16 retiradas desde el inicio. El Ineos de Thomas ya se había quedado sin el francés Sivakov, mermado por las caídas.

ALMEIDA SE CORONA EN MONTE BONDONE, THOMAS AGUANTA Y ROGLIC FLOJEA

Eterno el Bondone, uno de esos puertos que parece que nunca se acaban, de fondo y desgaste selectivo. El primero en atacar en la parte delantera fue Verona, pero quedaba un mundo y por detrás el ritmo en el sector de favoritos iba en aumento.

Rohan Dennis (Jumbo), doble campeón del mundo contrarreloj se creció subiendo e impulsó el grupo de favoritos que iba limando tiempo a marchas forzadas. A 14 de meta los hombres de Roglic cedieron la batuta a quien la quisiera agarrar.

Fue el UAE con 4 hombres los que mostraron músculo. Un aviso de Almeida, siempre atento. El ritmo de Jay Vine hundió al líder Armirail a 10 de meta y seleccionó le sector noble. Entonces la fuga estaba a 1 minuto de ser anulada.

Almeida tenía el día rumboso. El portugués atacó con dureza a 6,5 km de la cima del Monte Bondone, ya mojado por la lluvia. El luso mostró la debilidad de Roglic, pero se llevó a rueda a Thomas, con quien protagonizó los últimos km de la escalada al coloso italiano.

La sociedad Almeida-Thomas funcionó a la perfección. Relevos y esfuerzo compartido con intereses comunes. Roglic se pegó a la rueda del milagroso Kuus, sufriendo sobre la bicicleta para evitar la catástrofe.

Ya era cuestión de endosar la mayor cantidad de tiempo posible a Roglic. Almeida iba desatado en busca de una nueva experiencia. Fue líder del Giro hace unos años, tiene triunfos de etapa en carreras como Volta a Cataluña, Burgos o Polonia, pero en una grande no había coronado.

Era su día. Almeida atacó a Thomas en la recta de meta. Y no hubo discusión, ya que fue superior por velocidad. Trabajo hecho y Giro animado a falta de 2 etapones de montaña y una cronoescalada. Almeida pide paso, Thomas quiere la maglia rosa en Roma y Roglic no tira la toalla. El Giro se rsvoluciona.

Este miércoles se disputa la decimoséptima etapa entre Pergine Valsugana y Caorle, de 197 km de recorrido. Jornada de transición de perfil descendente y llano propicio para el lucimiento de los velocistas.