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El australiano Kaden Groves (Alpecin Deceuninck) se ha impuesto al esprint en la quinta etapa del Giro de Italia disputada entre Atripalda y Salerno, de 171 km, marcada por la persistente lluvia y el festival de caídas, que afectaron, entre otros, al belga y máximo favorito Remco Evenepoel.

Triunfo para Groves (Gympie, 24 año), en una llegada reducida por las caídas, en la que se aterrizó contra el asfalto el británico Cavendish entrando en meta a rastras. En medio del caos, el noruego Andreas Leknessund (DSM) mantuvo la maglia rosa de líder.

Una caída a 7 km de meta afectó a Roglic, quien se reincorporó al pelotón, después a 2,8 cayó por segunda vez Evenepoel. El pelotón se redujo para el esprint, y en la recta de meta atacó de lejos Groves para apuntarse la etapa. El drama planeó sobre la línea con Cavendish por los suelos.

Jornada muy accidentada, pasada por agua, que no produjo cambios en la general. Leknessund sigue soñando de rosa con 28 segundos sobre Evenepoel, sin lesiones importantes después de doblete de caídas, y 30 respecto al francés Aurelien Paret Peintre (Ag2r). Roglic, sin heridas complicadas, es quinto a 1.12 minutos.

UN PERRO SE CRUZA Y CAE EVENEPOEL

Etapa con la lluvia de castigo, día de chubasquero ocultando el colorido de los maillots habituales. Nada más salir de Atripalda el grupo afrontó el Passo Serra, un puerto de tercera por donde ya marchaban en fuga el francés Champion (Cofidis) y los italianos Gandin (Corratec) y Zoccarato (Bardiani). Thibaut Pinot, maglia azul de la montaña, iba en principio en el proyecto, pero lo pensó mejor y se dejó cazar por el pelotón.

No solo la lluvia complicó la marcha de los corredores. A los 20 km llegó un susto mayúsculo protagonizado por el mismísimo Remco Evenepoel, quien se estrelló contra el asfalto por culpa de un perro descontrolado que se le cruzó en la carretera.

El arcoíris por el suelo, pero, por suerte sin consecuencias, pues se levantó, cambio de bici y pudo enlazar con un pelotón que esperó al campeón del Mundo. El dueño del animal no tuvo en cuenta el paso del Giro de Italia. El perro no tuvo la culpa.

FINAL CAÓTICO, CAEN ROGLIC Y DE NUEVO EVENEPOEL

La etapa pasada por agua cumplió un guión único: fuga sentenciada, mantenida 'al baño maría' por el pelotón, diferencias cortas y reacción final del grupo para propiciar el esprint. Los aventureros coronaron el alto de Oliveto Citra (2,9 km al 8) con corona Zoccarato al frente trío y una pelotón a 1.25 minutos. La bajada, por si fuese poco la lluvia, se hizo a oscuras por la niebla. Nada fue fácil en esta jornada.

A 22 de meta Champion se dio cuenta que no podría hacer honor a su apellido, y junto a Gandin fue absorbido por la marabunta. Zoccarato s rebeló unos km más, pero sacó la bandera blanca en la zona más llana del recorrido, junto a la costa del Mar Tirreno, a 6 km de la línea de meta, después de todo el día en la escapada.

GROVES ATACA DE LEJOS Y SE LLEVA LA ETAPA

Siguieron los sustos. Un día sin tregua, nada de momentos tranquilos. A 7 de meta otro ilustre al suelo, nada menos que Primoz Roglic, quien cambió la bici con un compñaro y pudo enlazar con el grupo, que relajó el ritmo para esperarlo

Con los equipos de los esprinters lanzados en busca de la inmensa recta de 5 km que desembocaba en la meta en el 'lungo mare' de Salerno, de nuevo el arco iris se mezcló con el asfalto. Evenepoel miró hacia atrás y de nuevo al suelo. Por fortuna, y mucha, el resultado fue de 'chapa y pintura'.

Groves fue el más feliz en meta, el ciclista 'aussie' pescó su primera etapa en el Giro, que suma a las 3 que tiene en la Volta a Cataluña y 1 en la Vuelta lograda en el Cabo de Gata. Muchos fueron directos a la enfermería. Un día para olvidar.

Este jueves la sexta etapa se disputa con salida y meta en Nápoles, con un recorrido de 162 km. En el trayecto dos dificultades, el Valico Di Chiunzi (2a, 8,3 km al 6,2 por ciento) y el Picco Sant'Angelo (3a, 9 km al 4). Los últimos 30 km son llanos, una jornada propicia para las escapadas.