Jairo Peñaranda, Fuad Reveiz y Fernando Velasco aparecen en los anales de la National Football League (NFL) como los únicos deportistas que han logrado representar a Colombia en esta competencia. Esa será una lista que tendrá que abrirle cupo a un nuevo integrante. El colombo-estadounidense Christian González fue escogido en el turno número 17 del draft de la mejor liga de futbol americano del mundo, y jugando para los respetados New England Patriots tendrá la oportunidad de hacer historia en territorio norteamericano.
EL HERALDO tuvo la oportunidad de hablar en exclusiva con el jugador de raíces colombianas para saber un poco más de su vida, su familia, su conexión con el país y como se termina convirtiendo en uno de los prospectos más consistentes de la gigante nación americana.
La noticia tomó por sorpresa a gran parte del pueblo colombiano. Quizás muchos ni sabían de su existencia, pero allá estaba esperando su momento. La noche había avanzado un poco—corrían alrededor de las 9:00 p.m.— cuando un nombre bastante particular fue mencionado en la cita. 'Los New England Patriots han seleccionado a Christian González en el pick #17'.
El nacido en Texas (28 de junio del 2002) saltó al escenario con una sonrisa en su rostro y, luego de acaparar la atención de todas las cámaras, abrió su traje para mostrar la bandera de Colombia. 'Estoy muy contento y emocionado por la oportunidad. No puedo esperar por salir a trabajar. Esto es Colombia y es para toda la gente en casa', alcanzó a mencionar a los medios de comunicación. Así se celebra ser el primer colombiano que es escogido en una primera ronda del draft de esta competición.
Con EL HERALDO fue mucho más amplio y orgulloso al hablar de sus raíces. 'Me siento muy orgulloso de ser colombiano. Aunque no he podido pasar mucho tiempo allá, siempre mi papá nos ha enseñado la cultura. Me siento orgulloso de representar al país de mi papá, abuelos y familia extendida. Los colombianos son gente genial, sólida y determinada, quiero estar conectado con esas características'.
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Adn deportivo
Héctor González, su padre, es la persona que ha hecho posible la colombianización de Christian. Tan caleño como el chontaduro y deportista desde muy pequeño, Héctor empezó siendo portero, pero su altura lo llevó a los maderámenes a los 16 años. Seguramente la mejor decisión que ha tomado.
El entrenador Jorge Cárdenas le vio las capacidades, confió en su talento y potenció sus cualidades hasta llevarlo al profesionalismo. Piratas de Bogotá disfrutó de toda su envergadura y los fanáticos del baloncesto nacional lo apodaron como ‘La Ley’. También tuvo un muy breve paso por los Caimanes de Barranquilla (1998-1999).
Solo pasó un tiempo cuando una universidad en los Estados Unidos le ofreció una beca deportiva. No lo dudó. Tenía 19 años. Tuvo buenos partidos con los UTEP Miners (Texas), de la NCAA, y por los alrededores de ese campus también conoció a Temple, la que hoy es su esposa. Texana de nacimiento, pero sabe algo de español.
Sus dos primeras hijas no bajaron el listón en las competencias. Melissa y Samantha González tomaron el camino del atletismo. La primera ya sabe que es representar a Colombia en los 400 metros vallas. Fue oro en el Sudamericano de Atletismo de 2019 y está casada David Blough, mariscal de campo de los Cardinals de Arizona —una gran ayuda para Christian—.
La segunda se encuentra haciendo papeleos para también representar al país, aunque ha corrido por Estados Unidos en las categorías menores.
'Es una alegría y una bendición ver como mis hijos van viendo los frutos del trabajo que han hecho durante tanto tiempo. Los hemos apoyado desde que están pequeños, pero ellos son los que han ido forjándose y gracias a Dios todo ha salido muy bien. Se apoyan mucho entre ellos', expresó Héctor González a EL HERALDO.
'En la familia todos somos extremadamente competitivos. Siempre me la pasaba diciéndoles que soy más rápido que ellos (risas). Nos la llevamos muy bien. Uno con el deporte puede salir adelante', agregó.
Un verdadero sueño
Por esa tradición deportiva que les inculcó Héctor a sus cuatro hijos (la menor es Lily), Christian se mantiene enfocado en el fútbol americano. No se detiene. No tiene mucho tiempo para distraerse. Se pasa pensando en su deporte e invierte casi siete horas de su día para incrementar su nivel. Va al gimnasio, analiza videos y se preocupa mucho por perfeccionar su técnica. Tiene la disciplina de un deportista de primer nivel.
Las horas antes del draft fueron tensas. La ansiedad lo consumía tanto a él como a la familia. Estaba pronosticado para ser escogido entre los 10 primeros, pero sorpresivamente no fue así. Fue un talento de cinco estrellas que los New England Patriots, al verlo disponible, no dudaron en escoger. Según Espn, la probabilidad de que estuviese libre hasta ese pick #17 era solo del 1%. La probabilidad milagrosa que necesitaban los más campeones de la NFL.
'Por un lado todo pasó muy rápido y por el otro parecía que esta semana nunca iba a terminar. He tratado de disfrutar toda esta experiencia para recordarla por siempre. Me ha gustado mucho la oportunidad de pasar varios días seguidos con mi familia. Eso ha hecho que logre balancear muy bien el trabajo y la preparación física con momentos de relajación', afirmó el jugador que ahora será dirigido por el inoxidable Bill Belichick, el estratega con más títulos de Super Bowls en la historia.
Christian fue el típico niño que era bueno para todos los deportes. Fútbol, atletismo, baloncesto y fútbol americano lo vieron crecer. Aspiraba a marcar una época con la pelota naranja, pero al no crecer tanto como su padre, tomó el camino repleto ‘tackleos’, forcejeos y touchdowns. No duró mucho tiempo en acomodarse en el top-50 de los prospectos colegiales del estado de Texas. De inmediato llamó la atención de las mejores universidades.
'Todos los deportes que jugué tienen un nivel alta de competencia, pero el futbol americano quizás es el más complicado. Se necesita de mucha más estrategia. Hablamos de que tienes que manejar los planes mientras estás jugando con mucha fuerza y resistencia física. Creo que me llamó mucho la atención mi capacidad para entender el juego y hacerlo bien, me motivó a seguir mejorando. Soy una persona simple y sin complicaciones', explicó González.
'Considero que no he llegado hasta este punto solo por mi propia capacidad de jugar, es la actitud competitiva de toda mi familia. Usualmente traen experiencias que puedo usar para aprender. Además, compartimos las luchas y los triunfos. Tengo que mejorar muchas cosas para ser el mejor jugador de mi posición. Ojalá fuese solo una. Quiero mantenerme concentrado y evitar distracciones para generar un impacto inmediato en mi equipo, todo comienza en la mente', añadió el colombo-estadounidense.
Más allá de los touchdowns, se enamoró de la ‘tackleadas’. Defender es su función favorita y tiene la dicha de ser uno de los mejores defensores en toda esta camada de promesas.
'Cuando estaba en el High School jugaba de wide receiver. Claro que es muy divertido ser parte de las jugadas ofensivas, hacer touchdowns y todo eso, pero me gusta más el desafío de ser defensivo. Siendo espalda defensiva —cornerback— puedo leer los planes de mis rivales y reaccionar. He trabajado toda mi vida para llegar aquí. Soy un privilegiado de estar junto con todos estos talentosos', apuntó.
Christian González ya conoce el reto que lo espera en el horizonte. Seguramente será difícil cautivar una fanaticada que estaba acostumbrada a las hazañas de Tom Brady, pero su sacrificio podría montarlo entre los mejores de la liga. Ese será el siguiente paso a seguir.
'Mi sueño ha llegado, jugar en la NFL. Será una experiencia muy bonita e intensa. Solo quiero seguir aprendiendo y creciendo como jugador y persona. Sé que puedo convertirme en un arma confiable y de impacto. Además, continuar ayudando a mi familia', finalizó.
Su padre, Héctor González, también fue tajante con el futuro que le espera a su hijo. 'Tiene que seguir trabajando, eso no es solo llegar'.
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