El Manchester City se clasificó este miércoles a las semifinales de la Liga de Campeones tras empatar 1-1 ante un buen Bayern Múnich, al que goleó en la ida por 3-0, y se enfrentará al Real Madrid, vigente campeón, en la ronda de los cuatro mejores.
El primer tiempo fue el del Bayern, que jugó con una gran intensidad, ganó muchos balones divididos y tuvo más llegada que el City, pero sin encontrar el gol que hiciera parecer posible una remontada milagrosa.
En los primeros diez minutos Kingsley Coman se escapó dos veces por la banda izquierda, pero sus centros no encontraron destinatario.
En el 17 Leroy Sané, tras un excelente pase de profundidad de Jamal Musiala, tuvo una gran ocasión, pero su disparo salió ligeramente desviado.
Poco después llegó el primero de dos momentos de pánico que tuvo el Bayern en la primera parte. Dayot Upamecano, en un mano a mano con Haaland, con quien tuvo que medirse en velocidad desde el círculo central, cometió una falta cerca del área.
El árbitro, Clement Turpin, le mostró la tarjeta roja, que luego retiró, porque Haaland estaba en fuera de juego.
El Bayern siguió llegando. En el minuto 21 Ederson desvió a saque de esquina una falta lanzada por Sané. En el 24, tras una buena jugada de Coman y Musiala, Leon Goretzka remató mal dentro del área.
El segundo susto para el Bayern fue un penalti por mano de Upamecano. Haaland, sin embargo, falló la pena máxima y envió la pelota a las nubes.
El Bayern siguió llegando, con remates de Sané y de Coman, mientras que el City procuraba ante todo quitarle revoluciones al partido.
El Bayern lo intentaba todo, pero corría riesgos jugando muy adelantado con lo que le daba al City espacios para el contragolpe.
El primer aviso del City llegó en el minuto 55, pero Haaland remató mal. Dos minutos después, se produjo otro contragolpe que se inició con un despeje largo de Stones desde el área del City.
En la segunda Haaland no falló. Tras llegar al área y regatear a Upamecano, batió a Yann Sommer con un disparo con la zurda antes de que De Ligt pudiera bloquear el disparo.
Con el gol de Haaland la posibilidades de soñar del Bayern empezaron a tender a cero. El público, que había estado muy presente hasta ese momento, así lo entendió.
El ánimo en el Allianz Arena cayó. El Bayern siguió intentando llegar pero su energía era menor.
El estadio volvió a encenderse un poco cuando Joshua Kimmich logró el empate al marcar en el 84 un penalti por mano de Akanji que el árbitro pitó tras ser avisado por el VAR y ver la acción en el monitor.
Hubo una ocasión de gol de Mané en el tiempo añadido, pero la suerte ya estaba echada.