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El Liverpool, amparado en un triunfo solvente ante un equipo, el Newcastle (2-0), hasta ahora revelación en la competición, donde solo había encajado una derrota a lo largo del curso, se reactivó ante su gran desafío: la Liga de Campeones y el duelo frente al Real Madrid.

Al margen de revanchas y cuentas pendientes se aferra el alemán Jürgen Klopp al torneo continental como única opción para saldar con buena nota una temporada torcida. Fuera desde hace semanas de la lucha por el título y eliminado de las Copas fía su futuro deportivo a la Champions.

Mejoró en St. James Park frente al Newcastle en un duelo que solventó en un cuarto de hora y que se le puso más de cara en cuanto las urracas se quedaron con diez, en el minuto 22 de juego, por una torpeza de su portero, Nick Pope.

Para ese momento ya tenía encarrilado el Liverpool la victoria. El Newcastle afrontó el compromiso con solo una derrota a sus espaldas. El 31 de agosto. Precisamente ante el Liverpool. Son los ‘reds’ los únicos que han podido batir al Newcastle que ha perdido fuelle en las últimas jornadas. No pasó del empate en cinco de sus últimos seis partidos.

Pero salió mejor al duelo que pudo poner de su lado a los cuatro minutos con una gran oportunidad del paraguayo Miguel Almirón que desbarató el portero brasileño Alisson.

Quien no perdonó fue el Liverpool que empezó a fraguar su segunda victoria seguida después de la cosechada ante el Everton que interrumpió una crisis de cuatro sin ganar, con el tanto del uruguayo Darwin Núñez que, desde la media luna, y tras un gran control, aprovechó un gran pase, lejano, de Trent Alexander Arnold para superar a Pope.

Fue la diferencia entre el acierto y el desacierto lo que desequilibró un duelo que hizo más suyo aún el equipo de Klopp en el 17, en una rápida jugada iniciada por Fabinho hacia Mohamed Salah que, de primeras, envió al neerlandés Cody Gakpo, quien no falló.

La desventaja fue una losa para el Newcastle, que perdió el control del juego. Y se le puso aún peor con la roja que vio su portero. Nick Pope midió mal un balón dividido que pujò con Salah. Lo buscó de cabeza, innecesariamente, cuando pudo hacerlo con el pie. Y le dio en la mano. Fuera del área. Roja indiscutible.

Aún así, el cuadro de Eddie Howe tiró de orgullo. Pudo acortar distancias con diez en una ocasión de Allan Saint Maximin que desbarató Allison. Y otra al borde del descanso de Dan Burn que dio en el larguero.

Klopp se sintió ganador a la hora de partido y estableció un cuádruple cambio. Sacó al campo a Harvey Elliott, James Milner, Diogo Jota y Roberto Firmino. Recupera efectivos para el choque contra el Real Madrid, incluido el central neerlandés Virgil Van Dijk, que jugó el encuentro entero.

La victoria sitúa al Liverpool octavo en la clasificación, a cuatro puntos de la zona europea que marca el Tottenham, quinto, y a seis del Newcastle, que ocupa la cuarta posición, la última que lleva a la Champions.