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Ni las bajas, ni el vital compromiso ante el Bayern Múnich el martes en la Liga de Campeones justifican el duro revés encajado por el París Saint Germain, sometido en el estadio Luis II por un Mónaco al alza liderado por su atacante Wissam Ben Yedder, autor de un doblete y erigido en el máximo anotador, por ahora, de la Ligue 1.

Redondea una semana decepcionante el cuadro de Christophe Galtier. Eliminado de la Copa de Francia superado por el Marsella ahora fue sonrojado por el Mónaco. Dos derrotas y un empate en sus cinco últimos encuentros desvelan las dudas del campeón que sigue líder más por la escasa fiabilidad de sus perseguidores que por sus méritos.

La tercera derrota del París Saint Germain llegó frente el Mónaco. Galtier no pudo contar ni con Kylian Mbappe ni con Leo Messi. Tampoco con Marco Verratti. Dejó en el banquillo, además, a Sergio Ramos y Achraf, a los que recurrió después. No fue excusa.

El Mónaco, que no ha perdido en lo que ve de 2023 arrinconó a un rival que pudo salir del Luis II con un daño histórico. Su mejor jugador fue el meta Gianluigi Donnarumma que evitó un castigo mayor.

El octavo encuentro sin perder del Mónaco arrancó a los cuatro minutos. Un recital de errores de la defensa parisina facilitaron el tránsito de Ben Yedder por el área visitante. Tiró y la zaga rechazó el disparo. Aleksandr Golovin recogió el rechace y marcó.

Donnarumma salvó el segundo a lcuarto de hora, en un cabezazo de Rubén Aguilar. Pero no pudo hacer nada tres minutos después cuando la presión de Krepin Diatta propició el error de El Chadaille Bisshiabu. Atento estaba Ben Yedder que no falló y firmó el segundo.

Dio la sensación de mejorar el PSG al borde del descanso. Fue una de las pocas veces que falló el cuadro monegasco. Juan Bernat consiguió centrar a Warren Zaire-Emery que, solo ante el meta, acortó distancias a seis del intermedio.

Pero fue clave el añadido de la primera mitad. Un nuevo error parisino costó otro gol. Fundamental, que alargó otra vez las distancias. Eliesse Ben Seghir encontró un pasillo para enviar la pelota a Ben Yedder que enfiló solo a Donnarumma. No perdonó. Selló su decimocuarto tanto en la Ligue 1 y amplió la ventaja.

No reaccionó después el París Saint Germain. Los cambios no alteraron el panorama parisino que dispuso de un dominio ficticio mientras el Mónaco amenazaba con seriedad cada vez que conseguía emprender una contra. Solo Donnarumma evitó una daño mayor para el equipo de Galtier, al que le espera ahora la Champions.