A menos de 48 horas para que los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs se disputen el título de la NFL, Phoenix (Arizona, EE.UU.) apura los preparativos para un Super Bowl que ya ha tomado la ciudad de arriba a abajo.
El State Farm Stadium de Glendale, que es una de las ciudades que forman la zona metropolitana de Phoenix (cerca de 5 millones de personas en total), acogerá el domingo el Super Bowl LVII con un lleno absoluto y con Rihanna como estrella del show del descanso.
Pero la fiebre del fútbol americano ya se deja sentir en cada rincón de Phoenix durante este fin de semana.
El centro de Phoenix, pese a estar a casi 30 kilómetros del State Farm Stadium, es el lugar de peregrinación de los fans estos días previos debido a la Super Bowl Experience, que ocupa el Centro de Convenciones de la ciudad.
Concebido como una especie de parque de atracciones y de diversión para los amantes de la NFL, la Super Bowl Experience permite a los visitantes, por ejemplo, practicar simulacros de entrenamiento como si fueran profesionales de la NFL, ensayar duros placajes, lanzar pases como si fueran un 'quarterback' elegido para la gloria o probar con una patada para anotar un 'field goal'.
Este gran evento de la NFL, especialmente pensado para las familias y los más pequeños, también incluye una recreación de un vestuario de la liga con la ropa, las botas y los objetos personales de estrellas como Patrick Mahomes, el 'quarterback' de los Kansas City Chiefs y uno de los nombres fundamentales para el partido del domingo.
Al margen de la Super Bowl Experience, la final de la NFL también se deja sentir por las calles de Phoenix con numerosas camisetas rojas de los Chiefs y verdes de los Eagles de los miles de aficionados que ya cuentan las horas para el encuentro del domingo.
Phoenix toma así el relevo de Los Ángeles, que albergó el Super Bowl el año pasado en el SoFi Stadium, y le dará el testigo a Las Vegas, que en 2024 se ocupará con el Allegiant Stadium del partido más esperado del año en EE.UU.