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Por tercera edición consecutiva Suiza superó la fase de grupos, se situó en los octavos de final de un Campeonato del Mundo en Qatar 2022 y se convirtió en el rival de Portugal, después de superar por 2-3 a la selección de Serbia, que sigue sin lograr derribar la ronda inicial de un gran torneo.

El equipo balcánico, por tercera vez en una fase final de un Mundial, se dejó gran parte de sus opciones en el compromiso ante Camerún, que le llevó a esta tercera jornada sin margen de error, obligado a ganar a Suiza, para el que bastaba un empate. Lo logró con creces y con cierta superioridad.

Esta vez no hubo reivindicaciones políticas aunque planeó en el ambiente. Marcó Xherdan Shakiri, igual que Granit Xhaka de origen albano-kosovar que en Rusia 2018 festejaron los tantos ante el cuadro balcánico con el gesto del águila, símbolo de la bandera de Albania.

Marcó el futbolista del Chicago Fire, para abrir el marcador, pero se llevó el dedo índice a la boca para mandar callar. No había tenido protagonismo en Qatar 2022 el centrocampista de 31 años que llegó a jugar en el Bayern Múnich, en el Inter y en el Liverpool además del Stoke City y el Lyon justo antes de emprender su aventura norteamericana.

Fue Shaqiri una de las caras nuevas del equipo de Murat Yakin junto a la del meta Gregor Kobel, que dejó en el banco al fijo Yann Sommer, aquejado de una pubalgia. También en la zaga Fabian Schar por Nico Elvedi.